Necrológicas

Envejecimiento poblacional, políticas públicas e inclusión

Por La Prensa Austral Jueves 23 de Junio del 2022

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  • Según la Radiografía del Adulto Mayor, publicada hace dos años por el Ministerio de Desarrollo Social, se proyecta que uno de cada tres chilenos tendrá sobre 60 años en 2050, es decir, en poco menos de tres décadas más.

Con una tendencia hacia el envejecimiento, nuestro país y la región, en particular, deberán hacerse cargo de una creciente demanda de políticas y acciones públicas que se hagan cargo de esta dinámica demográfica.

Serán ingentes las demandas al Estado y a nuestra sociedad respecto de los derechos y cuidados que deben garantizarse a los adultos mayores, sobre todo a aquel segmento que es más vulnerable socioeconómicamente hablando.

En Chile, aún no existe un sistema de cuidados y, por ello, esta carga recae principalmente en las mujeres. Abuelas, madres, hijas, esposas y convivientes deben hacerse cargo de la manutención económica y cuidados de hijos, parejas, padres y abuelos, postergando, muchas veces, su propia salud y desarrollo.

Este cuadro se agravó durante la pandemia, donde las restricciones impuestas fueron más severas tanto para ellas como para las personas mayores a su cuidado. La crisis sanitaria agravó las situaciones de desamparo, soledad y abandono en la cual viven muchas personas mayores.

Las particulares condiciones de encierro también tuvieron otro lado negativo: el aumento de la violencia y todo tipo de agresiones hacia este grupo etario. Sólo en los primeros tres meses de la pandemia, el Servicio Nacional del Adulto Mayor daba cuenta de un incremento del 366% de las situaciones de vulneración de derechos.

Magallanes es una de las regiones del país cuya población tiende más hacia el envejecimiento y no se han dado muchos pasos para enfrentar aquello.

Según la Radiografía del Adulto Mayor, publicada hace dos años por el Ministerio de Desarrollo Social, se proyecta que uno de cada tres chilenos tendrá sobre 60 años en 2050, es decir, en poco menos de tres décadas más.

Se trata de un tránsito donde ya no hay espacio para seguir marginando o descuidando a nuestras personas mayores. La readecuación de las políticas públicas y la inclusión son fundamentales.