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El Iceberg de la ignorancia

Sábado 25 de Junio del 2022

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Guido Kusanovic Glusevic
Presidente Sindicato de Trabajadores Profesionales de Enap Magallanes

El año 2021 estuvo marcado por la pandemia Covid-19 y todos los protocolos sanitarios asociados. Gracias al compromiso y esfuerzo de todos hemos logrado superar los momentos más difíciles y gradualmente se han ido flexibilizando las restricciones iniciales. La “nueva normalidad” del 2022 conlleva incremento de actividades y con ello el gran desafío y preocupación diaria de mantener los mayores niveles de seguridad posibles. Esto no se aborda sólo con más procedimientos y controles, también se requiere en paralelo analizar profundamente las áreas críticas de los procesos industriales. Pero, sobre todo hay que abrir los espacios de confianza para escuchar a los trabajadores y toda su experiencia. Un reconocido líder internacional en calidad y seguridad: Sidney Yoshida, concluyó que en las organizaciones existe un “Iceberg de la ignorancia”, donde sólo el 4% de los problemas son conocidos por la Alta Dirección (la parte visible del iceberg), el 9% son conocidos por los mandos medios, el 74% por los supervisores y el 100% de los problemas son conocidos por los operarios de línea. Este autor determinó que la razón por la que se desarrolla un iceberg de la ignorancia es que los trabajadores de primera línea no ven cómo canalizar sus inquietudes o están desanimados de levantar observaciones cuando ven un problema. Por lo tanto, debemos invitar a los trabajadores a resaltar sus preocupaciones e indicar los problemas antes de que se vuelvan sistémicos. Es un tema tanto estructural como cultural. Se deben dar las herramientas para escuchar sus voces, pero también se debe implementar un sistema que los aliente y reconozca por hacerlo.

Desde la Alta Dirección, el desafío es aún mayor dado que enfrentar este “iceberg” requiere una gran autocrítica y mentes abiertas, asumiendo que lo planificado siempre tiene espacio para la optimización: principios básicos del mejoramiento continuo. Esto es particularmente complejo cuando aún existen empresas con una marcada gestión orientada principalmente a la reducción de costos, postergando y dilatando sucesivamente temas que son legítimas preocupaciones de los trabajadores. Una empresa moderna no puede asociar la productividad sólo a capital y trabajo, por el contrario, la mirada de futuro es incorporar a la productividad el desarrollo integral de las personas, donde la capacidad de innovar y el liderazgo adaptativo, pasan a ser elementos esenciales.