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Nueva figura penal: delito de explotación sexual comercial

Por La Prensa Austral Domingo 18 de Septiembre del 2022

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  • Estamos frente a una de las conductas más reprochables, que merece ser sancionada y condenada con toda fuerza. Y, es que hay pocos actos del ser humano tan detestables como es el abuso.

 

La legislación nacional en materia de delitos sexuales ha venido experimentando una serie de importantes reformas destinadas a la adecuada persecución penal de ciertas conductas, las cuales, a su vez, han posibilitado proteger de mejor manera a niños, niñas y adolescentes.

La explotación sexual comercial de niñas, niñas y adolescentes es considerada una de las más graves vulneraciones a los derechos humanos, ocasionando devastadoras consecuencias en la integridad física, psíquica y social de los menores víctimas, y en las comunidades. Se trata de una práctica, con carácter delictivo, que implica que una persona adulta abusa de la condición de vulnerabilidad social (etaria, emocional, de género, entre otras) de un o una menor de edad para satisfacer deseos sexuales propios o de otras personas, entregándole a cambio un pago a través de dinero, regalos, protección, u otros elementos materiales o inmateriales.

En consonancia con lo enunciado, el año pasado el gobierno anterior presentó un proyecto de ley con miras a sancionar con duras penas el proxenetismo, la explotación sexual y la pornografía infantil.

El Senado acaba de dar recientemente un sólido respaldo al proyecto que considera una tipificación del delito acorde a los estándares internacionales sobre derechos de los niños y considera penas más severas.

En lo fundamental, el proyecto contempla un cambio de enfoque en la tipificación de los delitos sexuales contra menores y adolescentes, terminando con el concepto de prostitución infantil y estableciendo el de explotación sexual comercial. 

Estamos frente a una de las conductas más reprochables, que merece ser sancionada y condenada con toda fuerza. Y, es que hay pocos actos del ser humano tan detestables como es el abuso.

Más allá de las complejidades que encierra un fenómeno difícil de abordar, dado su carácter clandestino, itinerante e invisible, la regulación contra la explotación sexual infantil en Chile constituía una deuda pendiente, pues sólo así se podrá combatir con fuerza este flagelo, 

No podemos ser tolerantes con aquellos que abusan o denigran a los más inocentes.