Adultos mayores y el edadismo

Desde 1990, cada 1 de octubre se celebra el Día Internacional del Adulto Mayor y, a nivel de Naciones Unidas, se busca responder y dar seguimiento al Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento.

A raíz de dicha efeméride, en nuestro país se dedica todo este mes para poner el tema en la discusión pública, respecto de lo que significa contar con este segmento etario en términos de políticas públicas y su inclusión en la sociedad.

Las personas envejecemos de múltiples maneras y se ha establecido que se habla de adultos mayores cuando nos referimos a todas aquellas que tienen 60 años y más.

La proyección demográfica plantea que cerca del 20% de la población en Chile tendrá más de 60 años al 2025, es decir, en sólo tres años más.

Esta realidad demanda del Estado y de nuestra sociedad acciones concretas, adaptaciones de las políticas y una necesaria amplitud de los servicios de salud. Esto último, sobre todo respecto de aquellas personas que, con la edad y ciertas enfermedades, van perdiendo su autonomía y comienzan un camino de alta dependencia.

Pero, también requiere cambiar la visión sobre lo que es una persona mayor, valorando el aporte que aún puede realizar a su comunidad y cómo ésta debe integrarla para que goce de una vida social, deportiva y cultural sana.

Lo relevante es que, en la última década, ha sido ostensible un cambio sobre la manera de enfrentar el envejecimiento, comprendiendo que éste tiene que ser abordado integralmente y no sólo circunscribiéndolo a la etapa en que las personas comienzan a jubilarse y/o a retirarse del mercado laboral.

Sin embargo, todavía falta mucho para que, como sociedad, estemos preparados para enfrentar la denominada tercera edad.

Por lo pronto, se debe hacer frente al edadismo, entendido éste como un problema mundial al mantenerse estereotipos y prejuicios en relación a la edad de las personas.