Necrológicas
Philippe Sands, abogado que litigó contra el general chileno en Londres

“El caso Pinochet es, junto con Núremberg, uno de los más importantes en la historia y fue la segunda puerta a la justicia internacional”

Domingo 30 de Octubre del 2022

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  • El autor de libros aclamados por la crítica internacional, llegará a Punta Arenas
    la próxima semana para proseguir su investigación en torno a la figura de
    Walter Rauff y su vínculo con la dictadura chilena.

 

“Fue un momento muy difícil”. Así lo reconoce Philippe Sands al preguntarle qué sintió el 3 de marzo de 2000 cuando, en forma inesperada, el general Augusto Pinochet en su regreso a Chile se paró de la silla de ruedas, caminó y, luego, levantó el brazo en señal de triunfo en el aeropuerto de Santiago.

En perspectiva y sopesando los hechos, para el abogado inglés que litigó en Londres contra Pinochet, este caso es, junto con los juicios de Núremberg, uno de los más importantes en la historia y contribuyó positivamente a la doctrina de la justicia internacional. 

Abogado y profesor de leyes experto en derechos humanos, forma parte de quienes han trabajado a favor de la jurisdicción internacional en los casos de lesa humanidad. 

Autor de libros aclamados, entre ellos el ensayo “A lawless World” (2005) y las novelas “Calle Este-Oeste” (2017) y “Ruta de Escape” (2021), aborda en ellos los conceptos de genocidio y crímenes de lesa humanidad.

¿Por qué su interés por venir a Chile y a Magallanes, en particular? Es que en “Ruta de Escape” (2021) siguió los pasos Otto van Wechter, un jerarca nazi austriaco que logró evadir los juicios de Núremberg. El era amigo de Walter Rauff y ambos huyeron juntos hacia Latinoamérica. Además, litigando en el caso Pinochet conoció de la vinculación de Rauff con la dictadura chilena y su supuesto papel en el diseño y construcción del campo de concentración de isla Dawson.

El Magallanes lo contactó horas previas de iniciar su viaje a Chile y tuvo la exclusiva del nombre que proyecta para su tercera novela: “Londres 38”. 

“Porque hay un testigo que asegura haber sido interrogado y torturado allí por Walter Rauff”, puntualiza.

Caso Pinochet

Sands nos refiere una anécdota. Cuando se detuvo a Pinochet en Londres fue contactado por los abogados de Pinochet para su defensa. Como barrister (abogado que litiga en la corte inglesa) tenía el imperativo ético de aceptar. Pero, su esposa, que tiene sangre española, lo amenazó con divorciarse si lo hacía, porque tenía una relación familiar con Carmelo Soria, diplomático español, que fue secuestrado, torturado y asesinado por la brigada Mulchén de la Dirección Nacional de Inteligencia (Dina). Tres días después, lo llamaron de Human Rights Watch y, al aceptar trabajar con ellos, pudo evitar tener que defender al general chileno.

– ¿Cuánto ayudó el caso Pinochet y otros similares a la doctrina de la jurisdicción universal respecto de los casos de lesa humanidad, que estaba en contraposición de la territorialidad de la ley, reclamada por Chile?

– “Es una gran pregunta y por eso es que estoy escribiendo libros. El caso Pinochet con el caso de Núremberg son los casos más importantes en la historia, porque establecieron la posibilidad de enjuiciar a ex jefes de Estado bajo el precepto de jurisdicción universal para los crímenes contra la humanidad. Como Núremberg, en 1945, abrió una puerta a la idea de justicia internacional, el caso Pinochet abrió una segunda puerta a esta idea, fue algo revolucionario, el significado de este caso es absolutamente enorme… El juicio de Pinochet, desde el punto de vista teórico jurídico, es muy importante porque pone en marcha esta teoría y la discusión con sus detractores”.

– ¿Qué sintió usted cuando, al llegar a Santiago, el general Pinochet se levantó de la silla de ruedas, caminó y alzó el brazo en señal de triunfo en la losa del aeropuerto? ¿Una burla?

– “Uno de los grandes momentos de toda mi vida fue cuando, estando en la corte, el 25 de noviembre de 1998, ésta declara que Pinochet no tenía inmunidad y que podía ser extraditado a España. Fue un momento increíble y todos recuerdan dónde estaban ese día. Por dieciocho meses, Pinochet estuvo detenido y yo hablé con la gente que estuvo con él, los policías, los intérpretes y en el libro voy a contar toda la historia. Todos, unánimemente, opinaban que lo mejor que podía suceder es que Chile se hiciera cargo de juzgarlo y no España. Entonces, la idea de que Pinochet debía ser regresado a Chile con la posibilidad de enjuiciarlo me parecía correcta. Sin embargo, el momento cuando él se bajó del avión y se paró fue muy difícil. Pero, al menos, cuando llegó a Chile la justicia chilena le quitó la inmunidad y pienso que lo más probable fue que se hizo un acuerdo de traer a Pinochet bajo el supuesto problema de salud a cambio de que la justicia le quitara la inmunidad. Y creo que, ante los ojos del mundo, Pinochet retornó a Chile con su imagen muy deteriorada y no pudo recobrar su reputación. Ya no era el mismo hombre que llegó a Inglaterra. Hay algo simbólico que perdió. Haciendo un balance general, si yo miro atrás, creo que, para la justicia internacional, esto fue un avance positivo”. 

Tras los pasos de Rauff
en Magallanes

Sands explicó que su libro “Ruta de Escape” (2021) es la historia de Otto van Wechter, un jerarca nazi que evadió los juicios de Núremberg y que en dicha investigación apareció el personaje de Rauff. La tercera novela que prepara seguirá su vida en Chile, conectándolo con la dictadura de Pinochet, con su arresto y juicio en Londres durante 1998.

Sands llegará a Punta Arenas este jueves y estará hasta el lunes 7 de noviembre para conducir tal investigación. Le interesa conversar con todas aquellas personas que puedan tener antecedentes de Rauff y su vida en Punta Arenas y Porvenir. Por ello, solicita la colaboración y hace un llamado público a través de este espacio, ya que estará en la Universidad de Magallanes trabajando. 

Sobre la evidencia que existe de que, antes del golpe militar, comenzó a construirse un campo de detención en isla Dawson, precisó que allí hubo dos recintos: uno básico construido en el invierno (junio, julio de 1973); y el segundo que fue levantado en octubre de ese año, siendo éste el más parecido a un campo tradicional para tal fin. 

Sands tiene las facturas de los proveedores que entregaron materiales y prestaron servicios para levantar este campo. Por ejemplo, sabe que el motor para calefacción de tal recinto lo entregó Mercedez Benz. 

Refiere que, en marzo de 1974, el general César Mendoza vino a Punta Arenas y fue a la pesquera Camelio para reunirse con Rauff, quien escribe de tal encuentro en una carta a su hermana en Alemania.

“Me surgen preguntas como, ¿por qué uno de los cuatro integrantes de la Junta Militar visitó a Rauff en tal pesquera? Eso me parece muy curioso. ¿La Prensa Austral reportó tal visita de Mendoza? Esa es la clase de preguntas que tengo y que son importantes para entender la relación entre Rauff y la Junta”, refirió.

Ante calificativos de “nazi bueno” que se dio a Rauff, el novelista señala que aquello no le sorprende del todo, pues en “Ruta de Escape” se relata la historia de una pareja y que la novela fue construida con parte del archivo familiar de diez mil páginas que le proporcionó el hijo de Otto van Wechter, donde queda de manifiesto que había gente que lo consideraba un hombre agradable, pero mató a un millón de judíos. 

“El propio jefe de Van Wechter, Hans Frank, era un hombre deportista, muy cultivado, muy agradable, amigo del compositor Richard Strauss, pero fue responsable de la muerte de cuatro millones de personas. De hecho, lo colgaron como condena después de los Juicios de Núremberg. 

“Elia, tú y yo podríamos haber cenado con Otto van Wechter y haber pensado: ‘¡Qué hombre tan encantador!’. Pero, él también fue el hombre responsable de la muerte de un millón de polacos y judíos.

“Eso me causa curiosidad -prosigue-, cómo gente realmente simpática también puede asesinar. Para mí, no hay contradicción. Tengo algunos videos de Rauff, donde aparece como un viejito amoroso, pero, ese es el hombre -y tenemos los documentos- que diseñó las cámaras móviles de gas, con las que se mató a más de setecientas mil personas”.

Consultado si cree que la historia latinoamericana tiene que ser reescrita por la responsabilidad de sus gobiernos al amparar a criminales nazis, dijo que él no es historiador, pero que, entendiendo que ello es sólo una pequeña parte de la historia, se debe calibrar cuál fue el rol de personajes como Rauff en Chile, Klaus Barbie en Bolivia o la cantidad de nazis en Argentina en la represión de las dictaduras.

RAUFF EN CHILE

Walter Rauff (1906-1984) fue un SS del sistema de inteligencia nazi, espía y creador de las cámaras de gas. Se le responsabiliza por la muerte de medio millón de personas.

Llegó a Chile en 1958 y en 1962 fue detenido por sus crímenes, pero la Corte Suprema negó su extradición al año siguiente. Rauff, quien nunca escondió su identidad, vivió en Punta Arenas y Porvenir. En la primera ciudad fue el encargado de la oficina local de la importadora Goldmann y Janssen y en la urbe fueguina administró estancias y trabajó en las pesqueras Rosario y Pirata, de la que llegaría a ser gerente.

Diversos testimonios y literatura aseguran que, estando en Chile, apoyó a la dictadura de Pinochet y en particular a la Dina, asegurándose que habría estado involucrado en torturas y asesinatos de opositores. También se le sindica como quien supervigiló y confeccionó el campo de concentración Río Chico en isla Dawson.