Paro de guardaparques y un gobierno ecologista y pro derechos laborales

Mañana se cumplirán dos semanas desde el inicio de la movilización de los guardaparques del Parque Nacional Torres del Paine, paro que se fue extendiendo a todas las áreas silvestres protegidas de Magallanes y del resto del país.

Esta movilización también ha concitado el apoyo internacional, destacando el brindado por la Federación Latinoamericana de Guardaparques, entidad que no sólo solidarizó con los funcionarios chilenos, sino que resaltó la tremenda labor que deben realizar para, con escaso personal y recursos, custodiar 18,6 millones de hectáreas del Sistema Nacional de Areas Protegidas del Estado (Snaspe) de Chile.

El movimiento quiso llamar la atención, primero, por la rebaja del 21% del presupuesto de la Conaf que el gobierno perfiló para el próximo año. Pero, a la vez, dejó al descubierto las precarias condiciones laborales que enfrentan los centinelas de nuestros parques y áreas silvestres protegidas, los que tienen a su cargo cuidar el 21,3% del territorio continental de Chile.

Es, así, como se conoció que apenas 500 personas integran la dotación de guardaparques de todo el país y que el 60% de ellas perciben sólo 430 mil pesos mensuales. 

Los operadores turísticos y empresarios del sector siguen presionando al gobierno para que se destrabe este conflicto, siendo ya millonarias las pérdidas que están sufriendo. Esta situación tampoco contribuye en nada a la imagen internacional del país, recordando los tristes días en que el turismo también se vio muy afectado producto del denominado estallido social.

Más allá de las gestiones que seguramente deben estar haciendo -a lo menos, eso se espera-, lo que más ha llamado la atención es el silencio de las autoridades regionales, las que no se han hecho cargo del problema, siendo que representan a un gobierno que ha hablado del derecho al trabajo y de remuneraciones y condiciones laborales dignas. 

Nadie ha salido a defender a los guardaparques de nuestro principal Parque Nacional, cuyo trabajo genera 8 mil millones de pesos al año, dineros que ingresan al sistema nacional.

Ayer, se conoció que se puso sobre la mesa una oferta, pero que ésta resulta insuficiente y que, seguramente, será rechazada por los movilizados. 

Un gobierno que se ha declarado a favor de los derechos de los trabajadores y que se ha autocalificado de ecologista debe atender de forma oportuna -y siendo coherente con sus definiciones- la demanda de nuestros guardaparques.