El permanente control de la Armada de cada movimiento de los pesqueros chinos
- Una veintena de barcos calamareros se encuentra fondeada
entre Leñadura y Discordia, al sur de Punta Arenas.
En los últimos días, ha sido notoria la presencia de una flota de barcos calamareros, provenientes de China, a la gira frente a los sectores de Leñadura y Discordia. Durante las noches, llaman la atención por su luminosidad y por el intenso ruido de sus motores. Se encuentran en lo que se denomina “paso inocente”, esto es, de paso entre el océano Pacífico y el Atlántico, donde capturan calamares, entre los meses de noviembre y marzo, mientras que el otro periodo, va entre junio y agosto, cuando las naves van de regreso al Pacífico.
Una veintena de barcos permanece fondeada al sur de Punta Arenas, aunque son 58 los que la Armada monitorea en el estrecho de Magallanes.
El capitán de fragata litoral de la Capitanía de Puerto de Punta Arenas, Rodrigo Esparza Bastías, explicó que tienen un permanente control de todos los movimientos de estas embarcaciones y, en general, de todas las que circulan por la región, en una labor de 24 horas que se realiza en la Central de Monitoreo Marítimo de la Capitanía de Puerto.
“En este momento hay veinte pesqueros fondeados en el sector de Leñadura, controlados por la Armada. Han cruzado un total de 58 por el Estrecho, que navegan en base a un convoy pero se tienen que juntar entre 5 y 6 naves que así se van navegando hacia el Atlántico y que son solicitados a través de una agencia de naves. Pertenecen a la flota pesquera internacional china, que extrae calamar rojo, principalmente. La flota completa es de 310 pesqueros aproximadamente”, detalló.
En cuanto al proceso de tránsito, agregó que navegan junto a un práctico que los guía, para darles mayor seguridad en las angosturas y así evitar cualquier tipo de accidente. “Estas naves obviamente, están cumpliendo toda la normativa nacional de no hacer nada, ni contaminar ni extraer ningún tipo de recurso hidrobiológico por parte de su tripulación. También se está ejerciendo un control para evitar que existan ilícitos a bordo o que alguien se pueda escapar”, añade Esparza, abordando un tema que cada tanto, tiene algún episodio en la región, que genera una serie de mitos: que los tripulantes son presos, que viven en condiciones inhumanas. Detalles que la Armada desconoce, salvo por testimonios de algunas de las personas que fueron rescatadas en una oportunidad. “Nosotros tenemos comunicación por medio de los capitanes, en que se les indica dónde deben fondear, y lo hacemos a través de las diferentes agencias de naves, que son contratados para solicitar servicios ante la Armada y coordinar lugares de fondeo”.
Este “paso inocente” debe ser regulado por los prácticos de naves desde Primera Angostura. Una vez en aguas internacionales, los productos que pescan los entregan a naves de apoyo, los que a su vez, los envían a buques factoría. La zona de operaciones que tienen está en ambos océanos y por eso, su zona de tránsito es el Estrecho.
40 a 60 tripulantes
El capitán Esparza advierte que si bien estas naves puedan lucir deterioradas “cuentan con una certificación por parte de la República Popular China. Hay naves que llegan a tener de 40 a 60 tripulantes, dependiendo de las dimensiones”.
La normativa nacional no permite que estos barcos realicen pesca extractiva en aguas nacionales, lo que se va monitoreando desde la Unidad Marítima Arcángel además de un drone, sumado al trabajo de Sernapesca. “Se controla en Paso Tortuoso, en los faros habitados y las naves nacionales también informan si ven algo anormal. No ha ocurrido ninguna denuncia. En caso que aquello suceda, dependiendo de lo que determine el juez, se fijan multas altas, de acuerdo al ilícito. La comunicación con las naves es en inglés y mantenemos comunicación directa con la agencia, que es la que se entiende con el armador o el capitán de la nave, y en el práctico de trabajo, el idioma es inglés, que es muy técnico y no admite interpretaciones”, subrayó Esparza.
La cifra máxima de naves chinas registradas es de 310, tarea que se desarrolla en el Sistema de Identificación Automática. Hasta el momento, desde que se iniciaron los registros, a mediados de la década del ’90, no tienen detectados accidentes. Y aunque la tripulación no puede descender a tierra, hay excepciones, como un problema de salud. “Primero se hace la solicitud por medio de la agencia, hay un protocolo interno de cada nave, que se comunica con la República Popular China, y posteriormente se hacen los trámites a través de los consulados o embajadas correspondientes”, concluyó el capitán de Puerto de Punta Arenas, Rodrigo Esparza.