“Llaman a la puerta”
Guillermo Muñoz Mieres
Periodista
2023, EE.UU.
Director: M. Night Shyamalan
Protagonistas: Dave Bautista, Jonathan Groff, Rupert Grint, Kristen Cui, Ben Aldridge
En salas de cine de Punta Arenas
El fin del mundo ha sido un tema predilecto del cine desde distintos géneros y realizadores, ya sea desde las películas de catástrofes como “Armageddon” (1998) o “2012”(2009), la comedia como “Este es el fin” (2013) o el drama existencial europeo como “El sacrificio” (1986) del director ruso Andrei Tarkovski o “Melancolía”(2011) del realizador danés Lars Von Triers.
También ha sido el tema predilecto del director M. Night Shyamalan, un cineasta de ascendencia hindú- norteamericana con éxitos de taquilla y de crítica como “Sexto sentido” (1999) o “El protegido” (2000) y que en gran parte de su filmografía ha abarcado la posibilidad de extinción de la raza humana, ya sea por un efecto anómalo de la naturaleza que obliga a la gente a suicidarse como “En el fin de los Tiempos”(2008) o en “Señales” (2002) donde los alienígenas llegan a La Tierra pero no precisamente para bailar el cha cha cha.
En “Llaman a tu puerta” reaparece esta amenaza, pero ahora son cuatro personajes humanos que llegan hasta una granja apartada de la ciudad donde vive una pareja homosexual con su hija pequeña para señalarles que deben decidir sacrificar a uno de ellos tres para detener el apocalipsis que se avecina sobre el planeta. El relato, como todos los relatos de M. Night Shyamalan sobre el fin del mundo, acontece en un espacio cerrado y aislado del mundo donde los personajes se enfrentan a la duda- también de los espectadores- de estar ante un delirio psicótico o una revelación.
La película se despliega sin grandes efectos especiales entre el cine de terror en los primeros minutos de la historia donde casi sin perder tiempo en explicaciones el peligro de los extraños acecha; el thriller psicológico y de acción por escapar ante posible y enorme locura y la ciencia ficción apocalíptica donde una pantalla y los noticieros son la única conexión con el mundo global.
En su mayor parte, son primeros planos de los rostros, manos y pies los que van avanzando en la trama y hay algo de Hitchcock en el suspenso y capacidad de mover la cámara para decir de cierta forma que el cine no es teatro filmado sino simplemente imágenes en movimiento. Entre medio, está el drama de sus personajes, poseedores de algún talento natural o quizás sobrenatural, víctimas de una mala circunstancia como estar en el lugar y momento equivocado o destinados a una misión mayor sobre la Tierra. Así era con el niño que hablaba con los muertos de “Sexto sentido”, el guardia de seguridad casi invulnerable que interpreta Bruce Willis en “El protegido” o el ex predicador enojado con Dios que protagonizó Mel Gibson en “Señales”.
No es la mejor película de M. Night Shyamalan. Eso está claro. Falla en cierto manejo del ritmo y consistencia y está lejana a sus cintas más exitosas. Pero ir a ver una de sus películas siempre va a ser una experiencia interesante.