Ascendal reconoce aumento de fallas en sus máquinas

Desde su estreno en plena pandemia, en octubre de 2020, la empresa Ascendal ha enfrentado los últimos meses con problemas mecánicos y fallas que han causado preocupación y críticas por parte de los usuarios. Un bus que comenzó a tirar humo frente al mall, otros que han quedado en panne, timbres que no funcionan, entre otras deficiencias que han quedado reflejadas en ese libro de reclamos que son las redes sociales, dan cuenta de problemas que son más evidentes ante la menor circulación de micros en esta época de verano.

La principal crítica apunta a la falta de mantención de los buses del transporte público, por lo que el gerente de Ascendal, Francisco Gatica; el jefe de Operaciones, Ricardo Mac Namara, y el jefe de Mantenimiento, Luis Toledo, salieron al paso de estas quejas.

La empresa tiene una flota de 70 buses, fabricada en Brasil bajo norma Euro 5, a combustión, para lo cual se cuenta con dos tipos de mantenimiento: uno preventivo y otro correctivo. El primero responde a una pauta periódica que se realiza cada cierto kilometraje y si bien la recomendación del fabricante es hacerla cada 20 mil kilómetros, en la empresa la hacen cada 10 mil, con el objetivo de cuidar la flota. “Lo que no quiere decir que los buses no fallen. Y diariamente hacemos un mantenimiento correctivo, para reparar lo que ocurre durante el día. Esta información la enviamos regularmente al Ministerio de Transportes, informamos a través de una planilla el estado completo de la flota”, partió explicando Gatica.

Niega la percepción de que los buses están fallando más y que por lo mismo no salen a las calles. Y, lo atribuye al plan de operaciones, que en enero y febrero es menor, y que está suscrito en el contrato con el ministerio, que tiene dos planes, uno para verano y otro para el resto del año, de marzo a diciembre. El de verano funciona con salidas desde las 7 hasta las 21 horas y el resto del año, desde las 7 hasta las 22 horas. “Esto significa que salen menos buses por hora en esta época, si antes salían 4, ahora son menos, por lo que las personas esperan más el bus, y así está determinado por el contrato del ministerio. No están fallando más, salen menos”, reitera. Para el plan actual de operaciones, se requieren 45 en buenas condiciones, pero a partir de marzo, se saldrá con casi la totalidad de la flota, por disposición del ministerio, que exige un 92% a diferencia del 65% actual. En todo caso, van monitoreando diariamente y en caso que se note una necesidad, se “inyectan” buses para evitar que se acumulen usuarios en los paraderos, sobre todo en horarios punta.

Escasez de repuestos

En el caso del bus que comenzó a humear, causando la lógica alarma de los pasajeros, Luis Toledo explicó que esa falla podría atribuirse a que “el eje trasero es lubricado con aceite, a través del eje y el retén muchas veces se revienta, bota aceite por la masa de la rueda, que producto de la fricción, comienza a humear. Eso es algo normal dentro de este tipo de situaciones, cuando ocurre la falla del retén, que es difícil de detectar en qué momento va a fallar, pero sí la pieza, el elemento que retiene el aceite es impredecible. Una vez que revienta el retén, mancha la rueda pero es muy raro que genere aumento de temperatura y salga humo, en casos excepcionales ha pasado”, reconoció Toledo, que lleva una estadística de incidencias con el fin de anticiparse a las fallas, a través de campañas del sistema de calefacción, limpiaparabrisas, accionamiento de puertas, y la carrocería en general.

Estas campañas de mejoramiento se hacen en conjunto con el fabricante, de acuerdo a los problemas que se presenten. “Son buses que tienen un alto componente electrónico y hay que tener en cuenta que hay factores que inciden en el comportamiento del desempeño de los buses. Una es el frío, la infraestructura, que hacen que no funcione de manera óptima. Y el estado de las calles también influyen, porque van vibrando los buses y eso suelta cables de los timbres, se desconectan y así ocurre con otras pequeñas conexiones; la infraestructura es fundamental para el cuidado de los buses”, apuntó Gatica.

Esto es reafirmado por Toledo: “Hay calles muy estrechas, estos buses sufren daño de carrocería, hay sectores en que cuesta que puedan girar y se suben a la solera. Estamos trabajando con proveedores externos para reparar la carrocería”.

Las campañas implican trabajos con el personal de la empresa o bien, la traída de profesionales desde Brasil. “Lo que falla más recurrentemente son los embragues, a veces tienen muy poca vida útil. Y estamos constantemente comprando”, añadió el gerente de la empresa, a lo que el jefe de mantenimiento añadió que “es un desgaste natural por el uso, un bus recorre cada día más de 200 kilómetros, son cajas mecánicas y están sometidos a mucho desgaste, funcionan bajo un régimen severo. Tenemos un técnico de asistencia en ruta, que está todo el día dando vueltas en la ciudad, atendiendo estas incidencias, y cuando determina que el bus no puede seguir, se comunica con operaciones para cambiarlo y se hace el mantenimiento correctivo”, explica Toledo.

– ¿Y ese desgaste no se podría aminorar aumentando la circulación de buses?

– “Nos ocurre algo, como a la mayoría de las empresas de transporte, que cuando fallan ciertas piezas, nos cuesta conseguir repuestos. A veces tenemos que importarlos, algunos no están en Chile y se demoran 150 días. Pudiéramos tener un abastecimiento permanente de repuestos, cosa que es difícil en esta región, y tampoco somos prioridad. Es una ciudad pequeña y eso nos obliga a tener unas unidades que se muevan más que otras; la idea es irlas rotando, en un mundo ideal”, reconoció Francisco Gatica.

El equipo de trabajo está conformado por 16 técnicos, tres supervisores. En periodo de régimen normal se trabaja las 24 horas los siete días de la semana, turnos de mañana de 6 a 14 horas, otro hasta las 22 y el tercero, desde las 22 a las 6 de la madrugada. “Tenemos capacidad técnica para resolver todos estas situaciones. Siguiendo el plan, a los 10 mil kilómetros se cambian filtros, aceites, repuestos y el correctivo, que surge día a día”, esto además de la revisión técnica.

Otra situación que se subsanó fue el déficit de conductores, que llegó a ser de treinta choferes, pero actualmente, hay dotación completa, a la espera de un grupo de mujeres que se incorporará en marzo.

El contrato de Ascendal finaliza en septiembre, con posibilidad de prórroga por un año, evaluación que tendrá que hacer el Ministerio de Transportes.

553 mantenciones se realizaron

a la flota de buses el año pasado

El contrato vigente entre el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) y el operador de transporte en Punta Arenas, Ascendal SpA, requiere que mensualmente el operador rinda cuentas al Ministerio respecto de las mantenciones, tanto preventivas como correctivas, realizadas en el periodo.

Conforme al detalle solicitado al Ministerio de Transportes, durante 2022, se realizaron 553 mantenciones a la flota de 70 buses de marca Volare (año de construcción 2020). 532 de esas mantenciones (96% del total) correspondieron a mantenimiento preventivo cada 10.000 kilómetros, entre el hito de 70.000 kilómetros y 130.000 kilómetros (se realizaron algunos mantenimientos preventivos más de una vez durante el mismo hito de kilometraje). Hubo 4 mantenciones por daños en el motor y 17 por otros temas.

En promedio, los buses que componen la flota recibieron algún tipo de acción de mantención cada 74 días (es decir, cada dos meses y medio).

En cuanto a la operatividad, la mayoría de la flota -59 buses- estuvo operativa durante los 12 meses del año 2022. Dos buses estuvieron fuera de servicio por un mes; un bus estuvo fuera de servicio por dos meses; cinco buses estuvieron fuera de servicio por tres meses; y tres buses estuvieron fuera de servicio por cuatro meses o más. Cabe señalar que la flota operativa corresponde a 64 buses (los otros seis buses son de reserva). Durante todo el año calendario, hubo al menos 64 buses en estado operativo, con un promedio de 67 buses operativos durante cualquier mes del año.

En cuanto a las fiscalizaciones, el año pasado se realizaron 781 controles a los vehículos operados por Ascendal, de las cuales se cursaron 32 partes. Vale decir, sólo un 4% arrojaron algún tipo de infracción. En tanto, vía OIRS, no se recibieron reclamos por el estado de los microbuses en dicho periodo.

EMERGENCIA

Eran las 10,41 horas del viernes 20 de enero de este año, cuando este bus de la línea 1, se detuvo en el paradero del mall, en Avenida Eduardo Frei, a recoger pasajeros, cuando cumplía su recorrido de norte a sur. Luego de cargar su “platea” (referido a que viajaba con todos los asientos ocupados) y reanudar su marcha, comenzó a emanar un espeso humo desde la parte inferior trasera, el que rápidamente invadió el interior de la máquina, lo que obligó al conductor a desalojar la máquina 10 metros más adelante, mientras los pasajeros huían desfavorecidos, incluso el minusválido que viajaba en silla de ruedas. Mientras el chofer procuraba explicar a los pasajeros que el bus se había quedado “parqueado”, una mujer que viajaba a bordo, relató que el “humo expidió un fuerte olor a goma al interior, nos asustamos, temimos una explosión, por lo que sólo atinamos a escapar”. Frente a esta emergencia, los asustados pasajeros fueron acomodados en un bus de la línea 5.

$313 millones mensuales recibió como subsidio la empresa operadora en 2022

El monto del subsidio de operación del servicio de transporte urbano terrestre de Punta Arenas, es variable de acuerdo al IPC (calculado anualmente). En 2022 la empresa recibió un monto de $313.219.000 mensuales.

El contrato tiene una vigencia de 36 meses desde el día de inicio de los servicios (1 de octubre de 2020), prorrogable por 12 meses más.

Es decir, Ascendal finaliza el contrato el 1 de octubre de 2023, pero la empresa ya solicitó la prórroga por 12 meses más, de acuerdo a la información suministrada por la División de Transporte Público Regional.