“Chile nunca supo realmente los dramáticos momentos que vivió Magallanes en 1978”
- El cantautor rememora un emotivo episodio vivido hace 45 años en Punta Arenas, cuando Chile y Argentina estuvieron al borde de la guerra. El próximo miércoles el artista ofrecerá una actuación en el Teatro Municipal de nuestra ciudad.
“De Magallanes, de sus ciudades, de su gente, tengo recuerdos entrañables, que quedaron perpetuados en mi memoria y en mi esencia como ser humano, por la carga emocional y afectiva que tienen, ya que esos recuerdos, sobre todo los de mi primera visita, están ligados a situaciones y momentos muy especiales por el contexto que vivía nuestro país en ese entonces. Me refiero, más allá del convulsionado ámbito político interno, a la extremadamente delicada situación que Chile enfrentaba en ese entonces respecto de su soberanía por las islas ubicadas en el canal Beagle, soberanía que Argentina rechazaba y que nos tenía bajo un inminente riesgo de guerra con el vecino país. Estoy hablando del año 1978, mes de septiembre de ese año, para ser más preciso”.
Así recuerda Fernando Ubiergo su ligazón con nuestra zona, en aquellos días en que su vida artística estaba llena de logros y en Magallanes se vivía la tensión de la cuasi guerra con Argentina.
“Yo viajé junto a mis músicos para presentarnos en Punta Arenas y Puerto Natales. En ese instante yo tenía 25 años y venía de ganar Viña (‘El tiempo en las bastillas’), mis canciones rotaban permanentemente en las radios… Sin duda estaba con mucha exposición y figuración en los medios por lo que había mucha expectación por mis presentaciones.
“Llego a Punta Arenas -agrega-, donde fui muy, pero muy bien recibido, tanto en lo artístico como en lo personal, me trataron con mucha calidez, la gente repletó el gimnasio donde canté. Hicimos dos conciertos. Similar recepción tuve en Natales. Pero más allá de lo netamente musical, yo me encontré con una ciudad y sus habitantes, hablo de Punta Arenas y su gente, que prácticamente daban por asumido que la guerra estaba a la vuelta de la esquina, y se organizaban para hacer frente a ello, con mucha entereza, con mucha valentía, pero también con mucha angustia y desazón. Esa conjunción de emociones me marcó profundamente, a tal punto que me hizo darme cuenta de que el resto de Chile no dimensionaba ni siquiera por si acaso lo que vivían los magallánicos, de la dramática situación que enfrentaban y, cómo pese a este terrible escenario, tenían el temple y el coraje de sobreponerse y seguir con su vida cotidiana. Fue tanto lo que me marcó ese episodio en lo humano que, al regresar a mi casa, lo primero que hice fue abrazar a mi mamá por largo rato”.
Su regreso a Punta Arenas
Ubiergo acaba de celebrar un nuevo cumpleaños. El 5 de febrero cumplió 70 años y pretende seguir festejando con el público de Magallanes cuando el próximo miércoles 14, Día de los Enamorados, suba al escenario del Teatro Municipal de Punta Arenas junto a sus músicos, para ofrecer un concierto, donde promete interpretar sus clásicos de siempre y mostrar sus nuevas creaciones.
Con una trayectoria profesional de casi 50 años, el cantautor nacido en Valparaíso, saltó a la fama a fines de la década de los setenta al ganar el Festival de la Primavera con su canción “Un café para Platón”. De allí en más comenzó a transitar una senda artística que lo llevó incluso a incursionar en el ámbito internacional. Fue ganador de los festivales de Viña del Mar, Benidorm y la Oti y varias de sus canciones son genuinos clásicos de la música popular chilena. Junto al ya mencionado tema “Un café para Platón”, están instalados en el gusto popular creaciones como “El tiempo en las bastillas”, “Cuando agosto era 21”. “Agualuna”, “Los ojos de Rodrigo”, entre muchos otros.
1978 y su actuación
en Puerto Williams
A pocos días de retornar a la “Perla del Estrecho”, el trovador conversó con El Magallanes, en un diálogo donde abordó diferentes temas relacionados con su carrera musical y el momento actual de su etapa como autor, la contingencia nacional, pero, por sobre todo, su emotivo vínculo que a lo largo del tiempo lo ha ligado indisolublemente a Magallanes.
Tras entregar antecedentes de cómo fue su primera actuación en Punta Arenas y Natales, Ubiergo se detiene en una experiencia singular:
“Sobre lo anterior quisiera profundizar en un episodio que lo llevo conmigo con mucha emoción y afecto. Sucede que, tras los conciertos en Punta Arenas y Natales, me invitan a un programa radial de una emisora local y la persona que me entrevista me formula las típicas preguntas sobre mi carrera artística, mis canciones, en fin, todo relacionado a mi esfera musical. Sin embargo, llega un momento en el que me salgo del esquema y abordo este tema del clima de tensión que se palpaba en los magallánicos por los acontecimientos que se vivían y es allí que mencionó lo mucho que me gustaría ir a cantarle a la gente de Puerto Williams, pero que obviamente ello no estaba agendado. Pues luego de terminar la entrevista y volver al hotel donde estaba alojado junto a mis músicos, el Hotel Miramar, ubicado en una avenida muy cerquita de la costa del estrecho de Magallanes, pasamos la noche y a primera hora de la mañana siguiente sube a mi habitación el conserje para decirme que en la recepción hay dos marinos que preguntan por mí y que desean hablarme. Bajo de inmediato y me encuentro con un oficial de la Armada, acompañado de un marinero, quien me informa que el comandante naval, de apellido Droguett, escuchó la entrevista radial y dispuso el despegue de una aeronave de la institución para que pudiésemos viajar a Puerto Williams a cantar.
“Fue algo inesperado y hermoso. En cosa de minutos preparamos nuestro equipaje y nos embarcamos rumbo a Williams. Fue un vuelo inolvidable, pasamos muy cerca de la zona que estaba en disputa, divisamos el islote Snipe, ante la inmensidad del océano.
“Al llegar a Williams nos preparamos y a las pocas horas actuamos en el gimnasio de la ciudad. Demás está decir que fue un experiencia muy gratificante, muy emotiva, compartimos con esos chilenos, mujeres, niños, jóvenes y hombres que tenían absoluta conciencia de lo álgido de la situación que acontecía, pero que aún así demostraban una valentía y amor por la patria que realmente te hacía poner la piel de gallina”.
“Incluso el comandante Droguett me dijo que, si yo así lo quería, podría ir a cantar a Puerto Toro. Por supuesto que acepté la invitación y acordamos hacerlo al día siguiente, para lo cual quedamos en juntarnos en el embarcadero para que una nave nos llevara a Puerto Toro. No obstante, a la jornada siguiente, al llegar al atracadero no estaba el comandante y después de una corta espera llega en un jeep y me dice que debo volver de inmediato a Punta Arenas. Intrigado por el vuelco de la situación, me dio una explicación que me hizo entender lo potente de la situación que se vivía en ese momento, explicación que nunca revelé y que prefiero dejarla para mí”
Nuevo disco y proyectos
Ubiergo contó que este año lanzará una nueva producción musical llamada “2037”, álbum que verá la luz dentro de los próximos meses, con una docena de canciones inéditas que ya se han ido mostrando al público progresivamente.
Es así que ya se han difundido sencillos como “Farah”, que narra la historia de un niño sirio encontrado muerto a la orilla de una playa, tras huir junto a su madre de la guerra; y también el tema “El Sueño”, que tiene que ver con poderosos líderes mundiales amenazando con ataques nucleares. Igualmente, en el contexto de este nuevo disco, se han exhibido otros singles como “Cuando el Río Sueña”.
Por otro lado, durante el presente verano Ubiergo tiene agendadas varias presentaciones en Chile y desde abril en adelante, planifica varias actuaciones fuera del país.
El Chile actual
Ubiergo también tiene opinión sobre la contingencia nacional en el aspecto social y político. “Si bien antes que todo soy un artista y me debo al público que me ha acompañado a lo largo de mi carrera, no soy ajeno a lo que pasa en mi país. Siento que como sociedad hemos ido transitando por una senda peligrosa, donde pareciera que se ha extraviado el rumbo, donde la descalificación, la intolerancia, el individualismo, la indolencia, la violencia, la corrupción y otras muchas cosas negativas tienden a prevalecer por sobre los valores y principios como la solidaridad y el humanismo”.
“Creo que es imperativo que la clase política, que al fin y al cabo es la que dirige el destino y el rumbo del país, se sacuda de su miopía y su sectarismo, y ocupe sus afanes en lograr un gran y amplio acuerdo nacional que nos lleve a construir una sociedad, donde los ciudadanos sientan que las prioridades de sus líderes están orientadas en el progreso, el bienestar y la seguridad de todos los chilenos. Basta de impunidad y privilegios para los más poderosos, basta de corrupción, de ‘clases de ética’.
“También me conmueve el desamparo y desprotección que en muchos casos viven las personas mayores. Debe ser un imperativo de quien sea quien esté al mando del país el ocuparse y preocuparse de la vejez, de la vejez digna para quienes nos antecedieron en la vida. Igualmente debe ser un imperativo el cuidado del medio ambiente, de nuestros bosques, de nuestro mar. Nuestro entorno natural es algo que hemos descuidado, muchas veces por privilegiar lo económico. Se debe cambiar el paradigma”.