Ivo Radic Raquela: el adiós de un grande del deporte que fue profeta “en sus tierras”
“Aún sigo trabajando en el deporte. Después de esta pandemia volveré a mis actividades, porque ellas me dan vida y a ellas me he entregado con toda mi fuerza por más de 65 años”, señalaba en junio de 2020 Ivo Radic Raquela (en su certificado de nacimiento su apellido materno figura inscrito con “Q”) al ser distinguido en Santiago como Personaje del Año por el Círculo de Empresarios y Profesionales de Ascendencia Croata de Chile, CPEAC.
Promesa cumplida. Dos años después “el Pollo” volvería a las andanzas, reencontrándose con Magallanes para cantar a viva voz en pantalla (en el programa Buenos Días Región de Radio Polar) “Yo llegué a Punta Arenas en una noche divina del 54… En Punta Arenas todo el mundo se divierte, todo el mundo se divierte porque allí la gente sólo sabe amar”.
Lo anterior era el reflejo de la personalidad de este esposo, padre, abuelo y destacada figura del baloncesto, quien falleció hace algunas horas, a los 89 años, para seguro seguir escribiendo su historia lejos de quienes fueron testigos directos de su talento y entrega, o conocieron “de oídas” de lo que era capaz de hacer en una cancha de básquetbol.
Sólo el destino quiso que no naciera en Magallanes, aunque muchos pensarán lo contrario por el profundo amor que lo ligó a esta tierra extrema a partir de su época de juventud cuando se radicó lejos de su natal Antofagasta. Aquí echó raíces, sembró para cosechar y fue protagonista de lo que se conoció como la “etapa dorada” del baloncesto regional.
Radic llegó a Magallanes en la década del ’50. Su injerencia en aquel Sokol se hizo sentir desde el principio y no resultó extraño que a poco de andar le entregara títulos a la institución croata. “El año 1954 salimos con el Sokol por primera vez campeones de Magallanes. Jugué todo el campeonato con Ivo y, a pesar que entraba desde el banco, fui el tercer goleador, detrás de Ivo y ‘Papicha’ Pavicic. Ivo era la mitad del equipo, genio y figura hasta la sepultura. Era muy fácil jugar con él, abría mucho a las defensas, lo que permitía a los aleros lanzar con comodidad”, recordaba su compañero de equipo, el agrónomo y escritor magallánico Nicolo Gligo Viel.
Radic contaba con sólo 20 años y el “cartel” de haber sido seleccionado de Antofagasta en diversas categorías infantiles y juveniles como jugador del Sokol de esa ciudad.
Dos décadas después aquel éxito como jugador lo repetiría como técnico. “Era un motivador. Hablaba poco, pero se concentraba en estudiar los defectos del rival para beneficio propio. Un ejemplo de esto fue cuando perdimos con la Universidad del Norte y nos hizo ver los puntos débiles de los otros equipos. Yo creo que él estaba convencido que íbamos a ganar”, dijo la otrora figura del deporte regional y actual consejero Antonio Ríspoli Giner.
En 1961 Radic contrajo matrimonio con Mirjana Segaric Kusanovic, puntarenense, con quien tuvo tres hijos: Iván (ingeniero comercial), Andrea (asistente social) e Igor (ingeniero comercial). Fue en esa misma década donde siguió brillando en el deporte, siendo convocado a la selección nacional. En lo profesional, en Punta Arenas se desempeñó como funcionario del Banco Londres y del Banco Chile donde estuvo por 24 años hasta su traslado a la capital.
Por algo lleva su nombre
Radic rompió con los estereotipos. Fue profeta en su tierra, en rigor en sus tierras (Antofagasta y Magallanes), y recibió cuanto reconocimiento y homenajes en vida. Pero más allá de sus logros como jugador y técnico, también se le valoró su labor como dirigente que incentivó la práctica del básquetbol y la unión de la colonia croata a lo largo del país.
Hace tan solo un mes el nuevo gimnasio del Club Deportivo Estadio Croata, en Vitacura, fue bautizado como Ivo Radic Raquela. Ese día, como en tantas jornadas gloriosas, “el Pollo” hizo su ingreso, aunque esta vez para cortar la cinta del flamante recinto, pero sin saber la sorpresa que le deparaba. El anuncio daría paso a los aplausos y vítores.
“Desde Valdivia, trasladándome a La Unión, le quiero mandar un abrazo al ‘Pollo’ Radic, por el tremendo aporte que hizo al deporte y al básquetbol magallánico. Mi padre y mi nono contaban anécdotas increíbles de cómo se llenaba en Sokol, en donde el Pollo era una gran figura, donde dicen que hay un antes y un después desde su llegada de este antofagastino y magallánico de corazón”, señalaría el propio Presidente de la República, Gabriel Boric Font.
En aquel Club, Radic formó a varias generaciones de deportistas, aportando también como técnico de selecciones nacionales juveniles.
En la despedida, qué mejor que recordar las palabras que le expresó Vladimiro Mimica: “Querido ‘Pollo’, gracias por tanto. Eres uno de aquellos seres humanos imprescindibles en nuestras vidas. Ten por cierto que tu legado será eterno”.