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  • José Albino Ruiz Ruiz

La historia de Valentina Oyarzo, joven pianista y destacada basquetbolista del Club Español

Jueves 2 de Marzo del 2023

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A sus 13 años, Valentina Oyarzo Paredes es una de las jóvenes estudiantes de piano de la academia de Karina Contreras, donde se ha ganado el reconocimiento de la comunidad al ser concertista en el Club de la Unión y en el Museo Sara Braun.

Pero la música no es su única pasión, ya que la joven además es una destacada deportista. “Comencé a los ocho años con el básquetbol, pero la verdad es que realizaba mucha más actividad física, como pole dance y pesas”, señala la joven, a quien su familia le incentivó la práctica del baloncesto, llegando al Club Español, institución que para ella ha sido como su segunda casa.

Es por ello que Valentina está agradecida de lo que le han enseñado sus profesores, además del apoyo y cariño que le han dispensado. En el caso de la profesora Karina Contreras, la joven reconoce su dedicación, dulzura y respaldo y en el caso de su entrenador de básquetbol, David Sequera, dice ella que él ha sido fundamental en su desarrollo integral desde que la tomó el año pasado.

“Entrenamos de martes a sábado, los entrenamientos tienen un poco de todo, entonces practicamos tiro, defensa y ataque, también tenemos partidos, se práctica alrededor de una hora y media y a veces hasta dos horas”, describió.

El año recién pasado jugaron en la Liga Femisur, compitiendo en Puerto Montt y Viña del Mar. En este torneo el equipo de ella logró el tercer lugar tras enfrentarse con equipos de distintas regiones. Este año viajará para participar en la Liga Femisur y Liga Panasonic, donde competirá en categoría U- 15.

La joven alumna del Liceo Experimental Umag, señala que durante la mañana tiene clases y que por latarde realiza los entrenamientos.

Su amor por la música

A los seis años comenzó con el piano, indica Valentina, quien comentó que su familia siempre le incentivó el gusto por este arte. Al inicio partió con el violín que practicaba con el profesor Christian Vila. “No me gustó el violín y siempre preferí el piano”, admite la joven, quien agrega que después de eso comenzó a asistir a la academia artística.

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