Ministra Caroline Turner: “No tengo ninguna duda de que el caso Harex es una herida para el Poder Judicial”

– Libertades condicionales: “Si la sociedad considera que determinados ilícitos nunca debieran optar a la libertad condicional, entonces sería mejor que se legislara y se eliminaran”.

Edmundo Rosinelli
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Lo que más la enorgullece es ser “hija de esta tierra magallánica” y que la vida le diera la posibilidad de volver a ejercer su profesión de abogada en su terruño.

Caroline Turner González es oriunda de Punta Arenas. Ex alumna del Liceo María Auxiliadora, los estudios profesionales los cursó en la Pontificia Universidad Católica.

Al Poder Judicial ingresó el año 1995, como secretaria del Segundo Juzgado de Letras de Punta Arenas. Posteriormente fue secretaria de la Corte de Apelaciones. 

El año 2000, apasionada por la puesta en marcha de la Reforma Procesal Penal, se fue a La Serena, asumiendo como jueza del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal.

En mayo de 2019 fue nombrada ministra de la Corte de Apelaciones de La Serena y, dos años después, le tocó presidir dicho tribunal, asumiendo este trabajo con un sello en equidad de género y derechos humanos, además de apertura a la comunidad.

En julio del año pasado juró como ministra de la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, ante la vacancia que produjo el retiro del ministro Víctor Stenger.

– ¿Qué significa en la carrera judicial jurar como presidenta de la Corte?

– “Si bien fui presidenta de la Corte de La Serena, para mí esto tiene un significado completamente distinto. Hasta le puedo contar que la noche anterior no dormí casi nada, me desvelé. Me emociono (y lo denota haciendo una pausa antes de seguir respondiendo, tratando de contener una lágrima) porque siento que los magallánicos tenemos un lazo muy especial con nuestra tierra y uno siente que los abuelos llegaron a esta zona cuando eran tiempos muy difíciles. No tengo cómo explicarle lo que significa ser presidenta de la Corte de mi región. Siento que es incluso un homenaje para gente que estuvo antes que yo”.

La de Punta Arenas es una de las cortes del país más nuevas, creada hace 63 años, el 12 de febrero de 1960.

“Costó tenerla. Porque la cantidad de habitantes no era suficiente para optar a una y fue a pura lucha lograr convencer de lo importante que era tener un Poder Judicial en Magallanes. Como todo lo que se logra a pulso en esta jurisdicción. Por ende, es una emoción grande ahora ser la presidenta”, indicó.

Como dice el dicho: “nadie es profeta en su tierra”. Podría decirse que esta profesional magallánica sí se siente profeta en su propia tierra.

– ¿Y por qué abogada?

– “Estando en el colegio vinieron de la Católica y nos hicieron un test. Ahí vieron que tenía habilidades en el área humanista y, a mis 16 años, no tenía muy claro qué estudiar, menos que llegaría a ser jueza. Ahora, a mis 55 años de edad, creo que la vida decidió mi camino por mí. No me veo ejerciendo en un ámbito del derecho distinto al judicial. He tenido una carrera que me ha dado muchas satisfacciones. Estoy muy agradecida de lo que me ha dado el Poder Judicial”.

– ¿Su estilo será siempre de apertura a la comunidad?

– “Cuando me fui de Punta Arenas lo hice por la pasión que me provocó la Reforma Procesal Penal en La Serena, elegida como región piloto. Era importante diseñar los primeros modelos de audiencias y los primeros tipos de sentencia.

“Ese nuevo etilo de hacer justicia a mí me convenció. Creo que no hay mejor forma de legitimar las decisiones judiciales que no sea mostrarlas”.

– ¿Qué balance puede hacer de la reforma penal?

– “Creo que aún está en proceso y es perfectible, como todo los procesos humanos. Creo que el gran valor de la reforma procesal es juzgar con respeto de los derechos humanos, algo que se le debe asegurar a todas las personas porque Chile tiene suscrito una serie de tratados internacionales que obligan a juzgar con altos estándares, partiendo por el respeto a la presunción de inocencia y contar con un defensor desde las primeras etapas del procedimiento. Los requisitos que se deben cumplir en las detenciones y que las pruebas puedan ser válidas dentro de un proceso penal. Pero, nada de esto tiene que ver con disminuir la delincuencia, como mucha gente lo pensó cuando partió este proceso”.

– ¿No será que el sistema es muy garantista y ello genera muchas veces molestia en la gente?

– “El sistema es garantista y fue redactado así. Pero, dentro de eso hay matices. Puede haber personas que interpreten la ley de una determinada manera y otros de otra. La ley que no la crean los jueces, pero si otorga esos márgenes es porque es interpretable. Los jueces estamos llamados a respetar la Constitución y las leyes”. 

– ¿Las libertades condicionales también son interpretables?

– “Sí, de hecho, lo son. Posiblemente al evaluar los antecedentes de un determinado penado una persona puede llegar a conclusiones o decisiones que no son unánimes y, como las decisiones son opinables, si la sociedad considera que determinados ilícitos nunca debieran optar a la libertad condicional, entonces sería mejor que se legislara y se eliminaran determinados delitos de la posibilidad de que un juez resuelva de una manera u otra”.

– ¿Qué siente un ministro de Corte cuando le revocan un fallo en la Suprema?

– “No sé qué sienten otros, pero puedo decir lo que me pasa a mí. Creo que uno no se puede comprometer tan afectivamente con una decisión. El derecho tiene al menos dos visiones y hay personas que interpretan una misma situación de diversa manera. Frente a una apelación, creo que solamente implica que abogados distintos interpretamos el derecho de manera distinta y no es más que eso y no hay que olvidar que cada juez es independiente”.

– ¿Aplica lo mismo para los auto procesamientos, como los recientes del caso Harex, que fueron todos revocados?

– “Siempre que hay una revocación son formas de interpretar el derecho de modo distinto. Ella (la ex jueza Marta Pinto) le dio una lectura a los hechos que tenía en su causa, que no fue compartida por una sala de esta corte y ese criterio, en lo que correspondió revisar, fue corroborado por la Corte Suprema”.

– Sin entrar en el fondo del caso Harex, porque usted no puede pronunciarse por su calidad de ministra de la Corte, ¿considera es una de las deudas pendientes del Poder Judicial?

– “Por supuesto que sí, sobre todo en una comunidad como la nuestra, que es pequeña. No tengo ninguna duda de que el caso Harex es una herida para el Poder Judicial, que no le agrada que exista. Es un tema humano, difícil, complejo y no hay persona que no quisiera que esto se pudiera resolver cuanto antes”.

– ¿Seguirá el ministro Marcos Kusanovic a cargo del caso?

– “Sí, porque a contar del miércoles él inició un periodo de cuatro meses de dedicación exclusiva en la investigación por la desaparición de Harex y casos de derechos humanos”.

Caso Harex

La ministra en visita de la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, Marta Jimena Pinto, días antes de retirarse del Poder Judicial sometió a proceso a oficiales en retiro de Carabineros y sacerdotes, como encubridores del delito de sustracción de menor de edad. 

Para ella, existían “presunciones fundadas” de su participación en la desaparición del estudiante Ricardo Harex González, registrada en Punta Arenas en octubre de 2001.

Estableció que en el proceso “se encuentra suficientemente justificado que Carabineros de Chile de Magallanes tuvo responsabilidad en la desaparición”.

Pero, posteriormente, todo esto quedó en nada porque la Corte de Apelaciones revocó todos los procesamientos.

Monumento de Waldo Seguel quedará en
los jardines de la Corte de Apelaciones

Un tema pendiente de varias administraciones es la reubicación del monumento del juez Waldo Seguel López, que por décadas lució imponente en la esquina de Carlos Bories y Avenida Colón.

Producto de los trabajos de remodelación a que fue sometido el sector céntrico de Punta Arenas, las autoridades de la época optaron por retirar la figura del primer magistrado de Punta Arenas.

La misma fue a parar a una bodega del parque María Behety, donde lleva años abandonada.

“Estamos avanzando en eso”, respondió la ministra Turner.

“Y es uno de los encargos que me dejó mi predecesora. Estamos estudiando la posibilidad de instalarlo en el antejardín de la Corte y espero que eso se pueda lograr durante el curso de mi presidencia”.

Este monumento fue inaugurado el 30 de marzo de 1922, con la intención de perpetuar la memoria de quien fue el primer Juez del Territorio.

El gobernador de la época, Vicente Fernández Rocuant, destacó en su discurso que “por primera vez en nuestra historia patria ocurre el caso de rendir este homenaje nacional, cual es erigir un monumento público, a un hombre de la administración de Justicia”.