“La industria del hidrógeno verde significará un fuerte impacto en la economía de Magallanes”

Antes de adentrarse en temas de aguas profundas como la industria del hidrógeno verde en Magallanes, la inversión y el impacto que ésta tendrá en la economía regional, el embajador de Austria en Chile, Stephan Vavrik, cuenta en su bienvenida a Magallanes que esta región no es desconocida para los niños de su país. “Desde pequeños se nos enseña sobre el estrecho de Magallanes y nosotros lo vemos como algo lejano, difícil de conocer. Es algo muy simbólico, igual como para los niños franceses que cantan una canción de Valparaíso que habla de los balleneros”.

Bien vale la introducción para este primer encuentro de Vavrik con Punta Arenas e iniciar la conversación respecto de esta visita, donde compartirá con una delegación empresarial de su país que llegará hoy para conocer en terreno el potencial de la industria de la energía renovable.

El proyecto que involucra a capitales de su país corresponde al proyecto HNH, que surge de la unión de Copenhagen Infrastructure Partners (Cip) y de Austria Energy. “El financiamiento está listo y se está avanzando en el tema ambiental y en las autorizaciones. Son dos años de construcción de la planta, para a partir de 2027 tener las primeras toneladas de amoniaco, aprovechando el potencial que tiene esta región y que hoy todo el mundo conoce”.

Agrega que “los estudios de la Agencia Internacional de Energía dicen que Chile tiene en el norte y en el sur los dos lugares que entregan la posibilidad de producir la energía al más bajo precio del mundo, por lo que sabemos que los mercados para Chile serán Asia y Europa”.

En el caso particular de su país, señala que la visión no es muy distinta a la del resto de Europa, donde el incipiente interés por la energía limpia tiene que ver no sólo con el cambio climático sino también con un proceso que se ha acelerado debido al impacto de la guerra en Ucrania. “Está el argumento de acceder a la alternativa limpia por el tema del cambio climático y donde el hidrógeno verde jugará un rol clave, pero también porque se quiere bajar la dependencia de Rusia. El 80% de gas se exporta de ese país, lo que da cuenta de la dependencia, lo que instaló incertidumbre porque no se sabía lo que haría Putin. Había planes para el invierno, como la posibilidad de crear industrias para asegurar la calefacción de los hogares, y eso a nivel económico habría sido una catástrofe. Se manejó también la alternativa del gas licuado, pero esa es una alternativa mucho más cara. De ahí el rol de América del Sur, porque por distancia había menos comercio bilateral, y ahora la Unión Europea piensa aumentar sus relaciones económicas y estrategias con países como Chile, que es visto como número 1 en varios aspectos, como en litio y en el hidrógeno verde”.

La visión de Chile

Ya en otro orden de cosas, Stephan Vavrik es consultado sobre cómo ve el actual momento político y social de Chile, de cara a un nuevo proceso constitucional.

“Es interesante el que vayan por una segunda tentativa para una nueva Constitución. Lo veo positivo luego del rechazo. Se ha hablado mucho de eso y de por qué sucedió, pero a nivel internacional hay mucha confianza de lo que pueda pasar en Chile. Aquí hay mucho flujo de inversiones, y se sabe que aquí es el país más seguro para la inversión junto a Uruguay, aunque Chile es más grande y por ello más interesante”.

Agregó que en Europa estiman que Chile está en la dirección correcta, hacia un Estado de derecho social muy similar al sistema europeo, “porque si bien allá tenemos constituciones diferentes, a nivel político hay consenso en cuanto a qué tipo de sociedad queremos y a los derechos humanos que queremos. Nosotros en Austria tenemos un sistema parlamentario, y Francia y Portugal por ejemplo más presidencialista, como Chile. Nosotros somos considerados uno de los países de mayor conciencia social, como los nórdicos y Alemania, pero en la Constitución no hay nada sobre derechos humanos por ejemplo. Nuestra Constitución tiene 100 años y al respecto sólo dice “no a la discriminación”.

– El de ustedes es un gobierno federal, ¿cree que eso pudiera ser aplicable en un país como Chile?

– “Sí es federal como Alemania, un sistema donde el gobierno central tiene competencias, pero las regiones se manejan de manera descentralizada. Aquí yo veo ese cambio, y hace sentido aún más por el tema geográfico, tomando en cuenta la distancia y que entre Arica y Punta Arenas entrarían como 5 países europeos. Nosotros somos convencidos que el sistema federal funciona bien, porque hace que los gobiernos regionales estén más cerca de la gente y de los problemas reales. A veces a nivel global se produce el distanciamiento y la separación entre los políticos y la población, se cometen errores y se quiebran las confianzas, lo que no pasa con la autoridad regional.  

“Veo que en Chile se quiere ir en esa dirección, con los gobernadores aumentando en poder y competencia, y creo que la nueva Constitución también va por una fuerte descentralización del Estado”.

– ¿Qué me puede contar del modelo que tienen de educación gratuita?

– “Es gratuita en todos los niveles y en la universidad se paga algo casi simbólico, como 300 mil pesos al año. Eso no quiere decir que no existan escuelas privadas dependientes de iglesias, pero son subsidiadas. También hay escuelas extranjeras, como una francesa en Viena, que la paga Francia”.

– ¿Y cuál es el principal sostén de la economía de su país?

– “Somos un país cuyas exportaciones representan el 29,92% del Pib. Son servicio y productos, pero no normales, porque lo nuestro son los motores, las piezas para vehículos y cosas más pequeñas. También son importantes nuestra marcas como Red Bull y la KTM (motocicletas)”.