Tripulación del Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano compartirá con la comunidad su orgullo de participar en su travesía a Sudamérica

Las visitas se podrán realizar hoy de 9 a 13 horas y de 16 a 19,30 horas y mañana, de 9 a 13 horas.
El barco realiza su decimosexta visita a Sudamérica, tras salir desde Santa Cruz de Tenerife.

Los puertos de Santa Cruz de Tenerife, Río de Janeiro, Buenos Aires, El Callao (Lima, Perú) el canal de Panamá, Cartagena de Indias (Colombia), Puerto Limón (Costa Rica) y los terminales estadounidenses de Pensacola y Nueva York, forman parte del itinerario de la decimosexta vuelta a Sudamérica del Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano de la Armada española. Tal como el célebre marinero que completó la primera vuelta al mundo, el paso por el Estrecho no estuvo exento de dificultades, con una intensa tormenta y un frío invernal que sorprendió a la dotación de 245 marinos que realizan su crucero de instrucción. Pero como aprendieron desde que ingresaron a la Armada Española, superar esta prueba es prácticamente colgarse una medalla para lucir con orgullo.

Tras llegar a Punta Arenas el jueves, ayer atracaró en el muelle Arturo Prat, donde permanecerá hasta el domingo en la noche, para continuar con la travesía, que llegará a la Escuela Naval Militar de Marín y finalizará el 21 de julio en Cádiz. Durante su estadía, recibirán a la comunidad magallánica, para dar a conocer el trabajo que realizan, además de participar en actividades protocolares y sociales.

El oficial de Información Pública del buque, el alférez de navío Carlos Ameyugo Fernández del Campo, expresó su sorpresa por haber pasado de un clima cercano a los 40º Celsius en Buenos Aires a un clima prácticamente invernal, “pero este barco está hecho para navegar tanto en aguas cálidas como frías. La razón de ser de este barco es ser un buque escuela; sin los alumnos, guardiamarinas, este buque no se entiende. Se les instruye y adiestra cómo funciona un barco de la Armada, entre otras asignaturas, y además, cumple una función diplomática, de ser una ‘embajada a flote’ como nos gusta llamarla”.

En esta breve escala de tres días, una de las actividades que realizarán será un homenaje a los fallecidos en la expedición de Pedro Sarmiento de Gamboa y que fundaron la Ciudad Rey don Felipe (Puerto del Hambre), pero sin dudas, el contacto con la comunidad será muy importante para ellos. “Invitamos a la gente a que venga, porque preparamos el barco con mucho esmero para que luzca y lo puedan disfrutar”, convocó Ameyugo. Los horarios serán de 9 a 13 horas y de 16 a 19,30 horas en la jornada de hoy (aunque dependiendo de la afluencia de público podrá ser en horario continuado) y mañana, de 9 a 13 horas.

Hermanado con la Esmeralda

El Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano tiene 120 metros de eslora, 20 velas y cuatro palos y es muy similar al Buque Escuela Esmeralda. “Los dos barcos fueron construidos en España, inicialmente con los mismos planos, pero la Esmeralda le ha hecho unas modificaciones por las cuales hay una serie de cubierta más larga, más zona de interior y una diferencia importante es que el puente de gobierno es cerrado y se puede climatizar, y un aparejo específico para navegar con un tipo de vela, el resto es exactamente igual”, detalló el alférez de navío.

Un orgullo

Carlos Ameyugo Fernández del Campo Cadetes reveló asimismo, lo que significa para ellos participar de esta travesía. “A cualquier marino del mundo le llama la atención venir hasta el estrecho de Magallanes y el cabo de Hornos. Decir que has estado ahí es como una medallita que te puedes poner y un orgullo. Se comenta en la Armada y da un estatus cuando mencionas que estuviste aquí, ‘vale, esta persona ha navegado’”.

Mientras el barco era abastecido, el grupo de 74 guardiamarinas o cadetes que se encuentran realizando su instrucción en el buque, aprovecharon de hacer actividades físicas en el muelle Prat. Sus edades varían entre los 20 y 21 años, y de los 74 alumnos, 13 son mujeres. Una de ellas es la madrileña Elena Albaladejo. “Embarcamos en enero y llevamos bastante bien la vida en el barco. Tras el desayuno tenemos clases, un descanso y después deporte. Por las tardes subimos a los palos, lo que forma parte de la instrucción y pruebas de tiro, además de las guardias”, detalló. A su lado, Andrés Chang, oriundo de las islas Canarias, pero de padres coreanos, agregó que “no sabía nada lo que se hacía en la Armada y en primer año me contaron del viaje de Elcano y de ahí estaba motivado para esto. Sufrimos un temporal, con olas de cinco, seis metros, el barco iba súper escorado, pero estar en el estrecho de Magallanes es un honor, mirar la carta y ver ese nombre es único”.

Al ser tan larga la travesía, los problemas de salud pueden asomar en cualquier momento, más cuando se pasa por climas tan extremos. La responsabilidad de resguardar este aspecto de la tripulación está en manos del médico Amador Velásquez de Castro Bono, originario de Almería. “Hay un horario de consulta en la mañana y tarde, pero preparados para cualquier emergencia. Hay bastantes cuadros respiratorios y cuando hay mala mar y el barco se mueve. Tenemos equipos de imagenología, y además de nosotros tenemos un cirujano y anestesista que prestan asistencia médica”. En tanto, la enfermera malagueña Eva Zamudio Anaya agregó que “hay una particularidad en los barcos, que son las preparaciones. Meses antes de salir se prepara y en la parte sanitaria hacemos acopio de medicación, material, revisamos los equipos. Nos encargamos también del control sanitario para que todo esté en condiciones higiénico-sanitaria para los seis meses que dura la travesía. El mareo se da bastante al principio en gente que tiene menos experiencia, pero conforme avanza la navegación, empiezan a desaparecer los casos, pero en condiciones más extremas sí hay casos”.

La dotación total es de 245 personas, de las cuales 43 son mujeres. Entre ellas, Mónica Martínez, de nacionalidad colombiana, pero viviendo 17 años en España. “Soy marinero hostelera, mi cometido es estar en la cámara de oficiales, llevar alimentación, la habitabilidad, camarotes, que esté todo limpio. Es mi primera travesía en Elcano aunque llevo 16 años en la Armada. Es una experiencia diferente a otras, una manera diferente de navegar. En España vi una serie que hablaba de la travesía y ahora como que la revivo”.