Los mensajes de Semana Santa

Durante Semana Santa, gran parte de la población aprecia estos días como un tiempo de descanso y se centra en comprar 

mariscos y pescados, como reminiscencia de antiguas tradiciones de la Iglesia Católica que prohibía ingerir carnes rojas.

¡Qué decir de la comercial actividad de repartir huevitos de Pascua a los niños y las niñas!

Pero, para los creyentes se trata del recuerdo del denominado Triduo Pascual, en que tanto la liturgia católica cristiana católica como no católica conmemoran los últimos hechos y mensajes de Cristo a sus discípulos, es decir, la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Se trata así de aspectos claves para la fe, a tal punto que, si Cristo no resucitó, sería inconducente predicar sobre él y sus enseñanzas. Vana sería, entonces, nuestra fe, como lo afirma el apóstol Pablo en su primera carta a los corintios.

Así, el Triduo Pascual constituye el momento central de la Semana Santa y de todo el año litúrgico para la iglesia.

Pero, para creyentes y no creyentes se presenta como una oportunidad para acercarnos a la figura de Jesús, sus mensajes y para ver cómo sus enseñanzas podrían, de ser aplicadas, mejorar nuestras vidas y la convivencia social.

Esta Semana Santa encuentra a los chilenos consternados por el incremento de la violencia y por hechos recientes que enlutan no sólo a una institución, como lo es Carabineros de Chile, sino que a una familia que perdió su hijo, su hermano, esposo y padre, por el asesinato brutal de un funcionario que había abrazado con toda convicción la carrera policial.

Ya en Domingo de Ramos, el obispo Blanco nos instaba a “guardar la espada de la violencia”, no sólo haciendo referencia a la agresividad de los delincuentes, sino a la exacerbación de nuestros propios ánimos.

Vivir en un ambiente libre de violencia es un derecho humano y ello demanda de nosotros mismos aprender a respetar y corregir nuestros comportamientos cotidianos. 

Garantizar la seguridad es una de las principales tareas del Estado y éste no puede ni debe renunciar a aquello. 

Por ello, la última reunión que sostuvo el Presidente Boric con los representantes de los tres poderes del Estado y del Ministerio Público resulta una buena señal en tal sentido. 

Enfrentamos tiempos marcados por la violencia y debemos tomar decisiones tanto en lo personal como en la vida institucional del país, que nos permitan enmendar rumbos.

Semana Santa nos ofrece momentos propicios para reflexionar sobre estos temas y abrazar el diálogo, el respeto a los demás y la esperanza en que las enseñanzas de Jesús no son vanas y se resumen así:  no harás a otro lo que no quieres que hagan contigo.