Museo Salesiano Maggiorino Borgatello cumple 130 años atesorando la historia de los pueblos originarios australes
Este mes el Museo Salesiano Maggiorino Borgatello está de aniversario, ya que cumple 130 años dedicado a la conservación y exhibición de piezas que dan cuenta de la forma de vida y las costumbres de los primeros pobladores de la Patagonia.
En sus instalaciones pueden encontrarse piezas únicas que describen cómo se desenvolvían etnias como los pueblos kawésqar, aonikenk o tehuelche,
selknam u ona, o yagán.
Salvatore Cirillo es el director del recinto cultural salesiano. Cuenta que éste se fundó en 1893 gracias a la visión del sacerdote Maggiorino Borgatello, a quien describe como un hombre muy culto, que incluso logró aprender la lengua del pueblo selknam y que se preocupó porque los indígenas pudieran transitar en buena forma desde la vida nómade a la sedentaria.
Señala que Borgatello fue uno de los grandes defensores de los pueblos originarios. Incluso en una oportunidad cuando se estaban juzgando vejaciones cometidas a un grupo de aborígenes, se presentó ante el juez Waldo Seguel para ofrecerse como traductor de los selknam. Cirillo dice que “lamentablemente no fue tomado en cuenta, pero esto demuestra el compromiso que tenía con ellos”.
El religioso también estuvo a cargo de la Misión San Rafael, en isla Dawson. En su trabajo diario percibió el interés que estos pueblos despertaban en el mundo y por eso comenzó a recopilar objetos que permitieran graficar su forma de vida y sus costumbres. Así nació el museo, que ha perdurado en el tiempo y se ha convertido incluso en sitio de interés turístico para chilenos y extranjeros.
El trabajo de observación del cura salesiano permitió establecer que los pueblos originarios tenían un intercambio armonioso con los primeros colonizadores. Pero esto cambió con el inicio de la actividad ovejera y el cercado de los terrenos, que impedía a los indígenas trasladarse para cazar animales. A estos conflictos se sumó el masivo contagio de enfermedades, como la viruela, que terminó con la vida de centenares de nativos.
Un museo atractivo
Salvatore Cirillo cumplió 20 años como director del museo. Destaca el interés que el recinto genera tanto en la región como fuera de ella. “Afortunadamente el museo fue muy bien publicitado por el padre Alberto de Agostini, quien en su libro de viajes por Magallanes entrega rutas a los turistas para admirar y conocer en la región”, advierte.
En sus inicios el museo funcionaba en dependencias del Liceo San José. En 1929 el recinto se trasladó a dependencias propias, ubicadas en el Instituto Don Bosco, gracias a la gestión del sacerdote Juan Aliberti, quien se encargó de la distribución de las colecciones. En 1984 el museo se instaló en sus actuales instalaciones de Avenida Bulnes 336.
El director dice que los turistas extranjeros se muestran sorprendidos por las vestimentas de los indígenas y las diferencias entre los aonikenk, que vivían en la pampa, con los selknam. Resaltan también los productos ornamentales que muestran que eran personas que se preocupaban de su presentación personal, lo que contrasta con lo que dijo Charles Darwin tras su paso por la zona.
Entre los elementos más peculiares que conserva el museo está un perro fueguino que ya se extinguió y que perteneció al pueblo selknam.
El museo mantiene constante intercambio con instituciones culturales. Pero Salvatore Cirillo menciona en particular a la Universidad de la Sorbona, en Francia, que se ha interesado en una serie de objetos, como por ejemplo el uso de arpones por los pueblos kawésqar y yagán, tanto por su construcción como por su eficacia para la caza.
Visitantes
En un año normal el museo recibe a unos 40 mil visitantes. Las estimaciones apuntan a que este 2023 las cifras se acercarán a las estadísticas de años previos a la pandemia del Covid-19. Por lo general, la mayoría de los pasajeros se concentra durante la temporada turística de cruceros que arriban a la zona entre los meses de noviembre y febrero.
El museo magallánico es el único recinto de su tipo que la Congregación Salesiana tiene en Chile. A nivel mundial, cuentan con alrededor de 40 museos y el de Punta Arenas es uno de los más antiguos.
Para Cirillo, las colecciones que conserva el museo tienen un valor único y, por lo mismo, menciona la responsabilidad que significa contar con un recinto de este tipo en Magallanes y abierto a toda la comunidad.