Las Mujeres del Boom Latinoamericano
En crónicas anteriores hemos señalado que uno de los fenómenos literario-editoriales más importantes del siglo XX fue el llamado “Boom” Latinoamericano.
Sus exponentes dejaron atrás las temáticas y técnicas de escritura predominantes hasta entonces (inicios de la década de 1960). Adiós al criollismo, al realismo y a la linealidad de los relatos a cargo de una sola voz.
A estas alturas, valga la distinción entre “boom” latinoamericano y realismo mágico; el primero es un fenómeno literario-editorial. El segundo concepto alude a la estética de la escritura, al tratar por medio del realismo hechos fantásticos o disparatados. No todos quienes cultivaron el realismo mágico pertenecieron al “boom” y viceversa. Las obras del “boom” -preferentemente novelas- se internacionalizaron y transformaron a Barcelona en la capital del “boom” y desde allí movía sus hilos la editora y agente Carmen Balcells, considerada la “madre” comercial del movimiento. Hablar del “boom” ha sido entonces, hablar principalmente de autores como Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa; como también de Juan Rulfo, Augusto Roa Bastos o José Donoso.
Pero de mujeres, muy poco, una que otra así al pasar, más aún considerando las opiniones sin tapujos de algunos de sus exponentes: Vargas Llosa decía que “el único intelecto femenino” que respetaba era el de Aurora Bernárdez, la primera esposa de Julio Cortázar. García Márquez, en tanto, afirmaba sin tapujos que “detestaba a las mujeres intelectuales”. Todo ello, al tiempo que las esposas de los escritores las oficiaban de secretarias, administradoras del tiempo de sus maridos y de la economía del hogar o barreras infranqueables para los curiosos.
Pero esta discriminación histórica choca con la realidad: el “boom” tuvo presencia femenina desde sus inicios. Ya nos referíamos más arriba a su verdadera gestora, la española Carmen Balcells (1930-2015) agente literaria que logró darle impulso al grupo y generar cambios históricos en las modalidades de los contratos con las editoriales, que fueron en directo beneficio de los escritores.
Pero más allá del aspecto comercial, hubo mujeres que fueron precursoras de las obras del “boom” explorando sus temáticas y técnicas mucho antes que los autores “top”; vamos pues con una breve semblanza de algunas de ellas.
Elena Garro (1916-1988)
Escritora mexicana que cultivó todos los géneros, fue cuentista, novelista, dramaturga, guionista, además de ejercer el periodismo. Se dice que su novela “Los recuerdos del porvenir” (1963) es un claro antecedente de “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez.
Clarice Lispector (1920-1977)
Llegó a Brasil a los dos meses de edad con sus padres (refugiados ucranianos). Fue periodista, traductora, cuentista, novelista y poeta. En 1944 publicó “Cerca del corazón salvaje”, texto que marcó un hito en la literatura brasileña.
Rosario Castellanos (1925-1974)
Mexicana, es quizás la única autora “aceptada” por la tribuna machista del “boom”, de hecho, es la única que José Donoso en su “Historia personal del boom” considera como integrante. Cuentista, novelista, ensayista, dramaturga y poeta; su novela “Banún – Canán” (1957) ya muestra algunas de las características propias del movimiento.
María Luisa Bombal (1910-1980)
Es quien ilustra esta página; chilena con una escasa producción en la que destacan cuentos y novelas, se relacionó con lo mejor de la intelectualidad argentina durante su permanencia en Buenos Aires. Allí ayudada por Pablo Neruda, que ejercía de cónsul, tomó contacto con el Grupo “Sur”, es decir, Borges, Bioy Casares, las hermanas Ocampo y otros. Precisamente en la editorial de la Revista “Sur” publicó en 1938 la novela “La Amortajada”, de quien Borges hizo elogiosos comentarios luego de leer el texto final y comprobar como la Bombal sorteó una dificultad técnica de construcción del relato que le observara cuando revisó el manuscrito original.
Si tuviéramos que elegir una de estas escritoras, por su obra y por su contribución al “boom”, indudablemente nos inclinamos por María Luisa Bombal, a quien le fuera injustamente vedado el Premio Nacional de Literatura en nuestro país. Triste destino para la autora de “La Amortajada”, obra sin la cual -dicen los entendidos- no existiría “Pedro Páramo” de Juan Rulfo.
Fuentes:
“Historia personal del boom”, José Donoso. Editorial Andrés Bello, S.A.
“Borges en Sur”, Editorial Sudamericana.
https://www.elperiodico.com/es/cuaderno/20170430/mujeres-boom-invisibles-asistentas-6005022