“Reconocemos que muchas de nuestras acciones produjeron violaciones a los derechos humanos”
“Solicitamos para los suboficiales, clases, soldados y empleados civiles la conmiseración del poder político y judicial (…) para que puedan volver juntos a sus seres queridos”. Esto es parte de la carta firmada por 27 oficiales condenados en Punta Peuco que enviaron al diputado Gonzalo de la Carrera con el fin de pedir “conmiseración” para los subalternos de ellos que cumplieron órdenes hace 50 años, en el marco del golpe de Estado.
La misiva, firmada entre otros por Carlos Herrera Jiménez, condenado por el crimen de Tucapel Jiménez, Arturo Silva Valdés, condenado por la muerte de Eugenio Berríos o José Zara, condenado por el crimen del general Carlos Prats, señala que “hemos esperado 33 años para que nuestros superiores asuman la responsabilidad de sus órdenes, las que hoy tienen tras las rejas a nuestros fieles subalternos”.
“A partir de ello, venimos hoy en asumir la responsabilidad de sus actos, como consecuencia del pávido silencio de que los que, investidos de sus grados y cargos, no han tenido la grandeza de hacerse cargo de las órdenes que impartieron a sus subordinados”, agrega la carta.
Además, “reconocemos que, en el cumplimiento de nuestros deberes y en la forma como lo entendíamos en esa época, muchas de nuestras acciones produjeron violaciones a los derechos humanos, con graves consecuencias”.
Y continúa: “A no dudar, ello fue reflejo de una formación que daba más importancia a la obediencia que al respeto por el que se consideraba adversario, lo que se cita como dato para su comprensión y no como justificación”.
Los firmantes también señalan que “asumida dicha realidad, con la misma firmeza y dignidad, expresamos nuestra congoja por quienes, siendo el eslabón más bajo y más débil de la cadena de mando -nos referimos a suboficiales, soldados conscriptos y empelados civiles- hoy tengan como único futuro terminar sus días en prisión por cumplir las órdenes de sus mandos, según lo consagraba la legislación militar vigente”.
Así es como solicitan la “conmiseración”, al pedir que “por lo mismo, en este acto solicitamos para los suboficiales, clases, soldados y empleados civiles, la conmiseración del poder político y judicial, mediante las medidas necesarias, jurídicas o administrativas, para que puedan volver a estar junto a sus seres queridos. A la sociedad civil le pedimos el apoyo y la comprensión para hacer realidad el anhelado sueño de una justicia ´justa´ para nuestros subalternos”.
Concluye la carta con el siguiente párrafo: “Finalmente, nosotros, oficiales subalternos de antaño, jóvenes soldados que cumplimos las órdenes de nuestros superiores en aquellos aciagos días que vivió nuestro país hace 50 años y durante todo el gobierno militar, renovamos nuestra lealtad a la ‘patria y a nuestras instituciones’”.
Los firmantes
Jaime Torres Gacitúa, Carlos Herrera Jiménez, Iván Quiroz Ruiz, Patricio Román Herrera, Enrique Sandoval Arancibia, Daniel Guimpert Corvalán, Hernán Ramírez Hald, Roberto Ampuero Alarcón, Manuel Muñoz Gamboa, Gerardo Aravena Longa, Gerardo Godoy García, René Villarroel Sobarzo, Carlos Tapia Galleguillos, Haroldo Latorres Sánchez, Raúl Quintana Salazar, Manuel Provis Carrasco, José Zara Holger, Cristoph Willeke Floel, Reimer Kohutz Fell, Fernando Rojas Tapia, Ricardo Alvarez Jalabert, Vittorio Orvieto Tiplitzky, Manuel Carevic Cubillos, Juan Mancilla Díaz, Arturo Silva Valdés, Walther Klug Rivera y Patricio Maraboli Orellana.
Emol