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Sebastián Errázuriz, compositor de la ópera “Patagonia”

“La reflexión de esta obra es que hubo un encuentro de dos mundos completamente distintos”

Domingo 29 de Octubre del 2023

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Lucas Ulloa

 

 

El compositor nacional Sebastián Errázuriz Rodríguez realizó una charla con estudiantes de establecimientos educacionales en el auditorio Ernesto Livacic de la Universidad de Magallanes, donde presentó el registro audiovisual de lo que fue el estreno de su ópera “Patagonia”, presentada en el Teatro del Lago, en Frutillar, Región de Los Lagos. 

“No se había mostrado público y funcionó muy bien, se recibe bien la obra y se logra transmitir el mensaje. (…). Esto nos va a abrir una puerta hacia el mundo de la mediación”, comenzó Errázuriz, reflexionando sobre el diálogo con los alumnos posterior a la presentación, que contó con la mezzosoprano Evelyn Ramírez y el pianista regional Nicolás Prieto.

“El acercamiento que tenía a la ópera era cero, salvo mi papá que sintonizaba la Radio Beethoven y los domingos solían dar una ópera. Yo pensaba ‘qué es este griterío’. El papá de uno de mis mejores amigos era un crítico de ópera, entonces yo llegaba a su casa y tenía la ópera ‘a todo chancho’. El emocionado escuchando y yo me preguntaba ‘qué es esto’”, relata Errázuriz, sobre sus primeras impresiones con esta expresión artística.

Un día, para no perder unas entradas que había obtenido su padre y que no iba a poder utilizar, Errázuriz asistió a su primera ópera en vivo acompañado de una vecina, una experiencia que lo marcó. 

“Aluciné, porque la ópera se funda como un género que quiere cruzar todas las artes. La escultura, con la escenografía, maquillaje, danza, teatro, música, etc. Me ‘voló’ la cabeza. Llegó un minuto que murió gente en escena, cierre de telón, bravo y nos fuimos. Salimos y nos pareció raro que nadie más sale. De repente el tipo de la puerta nos explica que era una pausa y seguía, quedaban como dos actos más”, cuenta Errázuriz. Luego de eso comenzó a ir regularmente a ver óperas.

Escribir una ópera

Cuando estrenaba su obra “La Caravana” en La Serena, hacia el año 2003, en homenaje a Jorge Peña Hen por los 30 años de su muerte, en el proceso de ensayos fue a tomar un café con el director de la orquesta, José Luis Domínguez. “Me dice, ‘mira Seba, un verdadero compositor se ve escribiendo ópera, ¿por qué no escribes una ópera?’. Me quedó el bichito y así empecé a buscar temas”.

 “Me encontré en una conversación con un dramaturgo, con quien estaba trabajando haciendo la música para su obra de teatro en el Festival Santiago a Mil y él me dice, ‘oye, en realidad lo que me interesa en este minuto y estoy investigando es sobre la tragedia de Antuco’. De ahí surgió mi primera ópera que es ‘Viento Blanco’”.

Esta primera ópera fue presentada en el Teatro Municipal de Santiago como una apuesta, ya que Errázuriz señala que “en los 150 años que estaba celebrando el Teatro Municipal se habían estrenado sólo 11 óperas chilenas, nosotros fuimos la número 12. Es una vergüenza”. Pese a no haber tanta confianza en llenar las salas por parte del teatro, el resultado final fueron butacas repletas, transmisiones en televisión y premios.

“Patagonia”

“Me interesa mucho la historia, empecé a leer cuando se venían los 500 años del descubrimiento del Estrecho de Magallanes, el viaje de Magallanes, biografías, material de Mateo Martinic en torno al detalle del recorrido por el Estrecho. Y de repente fue como que ‘todo lo que sabemos viene de la historiografía europea’. Y por qué no nos preguntamos cómo fue para los habitantes originales de este territorio, por tanto, ‘descubrimiento las huinchas…’ fueron otros los que pasaron y aquí había gente. ¿Cómo fue  ese contacto?”.

Bajo estas ideas primeras nació la idea de su última ópera, que aborda justamente el encuentro de dos mundos: entre Hernando de Magallanes y su tripulación con los pueblos originarios de la zona. “Por el año 2017, acababa de llegar a vivir a Frutillar y me encuentro con un amigo que me cuenta que se vienen estos 500 años y en Chile nadie ha hablado de este tema. Nadie está preparando nada y va a terminar que, en la típica chilena, dos meses antes van a preparar un concierto en el Estrecho con Américo. Pero nadie está reflexionando al respecto”.

Leyó primero la crónica de Pigafetta, continuó con biografías de Magallanes y la obra de Mateo Martinic. “La pandemia nos llevó a replantearnos el proyecto, porque estábamos pensando una obra gigante que con la pandemia no iba a ocurrir. Y cuando saliéramos, que tampoco sabíamos cuándo sería, se vino la crisis económica, era complicado hacerlo y además ya se iba ‘a pasar la vieja’ de los 500 años”.

En ese contexto comenzaron también sus primeros cuestionamientos a la obra. “Toda esta bibliografía que yo había recopilado era de hombres blancos europeos. Pero, ¿cómo la vivieron acá? ¿Qué hay de quienes se encontraron con estas personas?”. En ese sentido, Errázuriz señala: “Me interesa que detrás de los diálogos haya un subtexto para reflejar la reflexión de esta obra: hubo un encuentro de dos mundos completamente distintos”. 

Por tanto, el rol ético del artista es un aspecto que considera fundamental en su obra. “¿Por qué hacemos lo que hacemos? Y cómo lo que hacemos sirva en el sentido de reflexión y al movimiento social, a los ciudadanos. Más que esta cosa que se ve tanto en el mundo académico del arte por el arte”.