¿Tendrá Chile hoy una nueva Constitución?

El plebiscito es una herramienta que tiene nuestro sistema electoral para ampliar la democracia y consultar a los ciudadanos sobre aspectos puntuales del devenir.

Hace 35 años, los chilenos concurrimos a las urnas para, con un lápiz y sobre una cédula, marcar una opción y participar en el que fue el plebiscito que cambió, de manera sustancial, el rumbo del país y abrió las puertas a la recuperación de la democracia.

Hoy domingo, nuevamente los ciudadanos estamos convocados a participar en un acto plebiscitario. Se trata del segundo plebiscito de salida que busca aprobar o rechazar la nueva propuesta de texto constitucional.

En todo el país y en el extranjero, hay 198 mil personas convocadas a ser vocales de las 39 mil mesas receptoras de sufragio.

Uno de los factores que puede atentar contra este nuevo proceso plebiscitario es el cansancio que existe en la gente, dado que desde 2020 hemos tenido elecciones o plebiscito cada año. Esta intensidad electoral se mantendrá hasta el 2025.

Este proceso constituyente impulsado a propósito de las movilizaciones sociales de 2019 tuvo como punto de partida el denominado “Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución”, que fue firmado la madrugada del 15 de noviembre de ese año. Cabe recordar que uno de los actores clave para sellar tal documento fue el Presidente Gabriel Boric, entonces en su calidad diputado.

Este acuerdo y sus implicancias constitucionales generó preocupación en algunos sectores, pero también gran anhelo en la población.

Lamentablemente, quienes asumieron la responsabilidad de generar un texto razonable, consensuado y de cara al futuro no estuvieron a la altura del desafío. Así todo el entusiasmo que generó la posibilidad de dejar atrás definitivamente la Constitución de 1980 -aprobada también a través de un plebiscito, pero en plena dictadura- se derrumbó el 4 de octubre de 2022, cuando el 62% votó por desestimar la propuesta.

Tal propuesta fue tildada de izquierda y ahora se convoca a la gente a pronunciarse sobre un texto redactado por una mayoría de derecha.

Si bien las encuestas marcan una tendencia que da ventaja a la opción “en contra”, en las últimas semanas se ha apreciado un alza del “a favor”.

Esta incertidumbre sólo se despejará hoy y, cayendo la tarde, se sabrá si estaremos ante un segundo fallido intento constitucional o no. 

Quizás el único consenso que existe es que, si gana la opción “en contra”, no habría apoyo para mantener abierto el proceso constituyente.