El cierre del proceso constituyente

Los que esperaban una definición mucho más estrecha tendrán que seguir buscando respuestas para la votación emitida ayer por los y las ciudadanas en el segundo plebiscito constitucional de salida al cual fuimos convocados todos los chilenos.

Los expertos seguirán analizando hoy y en los próximos días los números relacionados con este proceso, de cuyos resultados no se puede colegir simplonamente que haya perdido el Partido Republicano ni que haya ganado el gobierno.

A este plebiscito se convocó a 15 millones 278 mil 800 electores a nivel nacional y, al cierre de esta edición, ya se habían contabilizado los votos de 12 millones 951 mil 763 personas. Con el 99,59% de las mesas escrutadas, la participación ciudadana se empinaba en un 84,61% en el país. En el extranjero, podían votar 127 mil 552 electores y lo hicieron sólo 24 mil 678  (19,35%).

En Magallanes, la convocatoria fue para 157 mil 304 personas, pero acudieron 117 mil 803 mil electores, según lo contabilizado durante el escrutinio del 100% de las mesas. Ello significa que hubo un 74,89% de participación ciudadana en este importante proceso en nuestra zona.

Al inicio de la jornada, se pensó que el porcentaje de participación podría haber sido menor dado que se presentaba como grandes protagonistas de la jornada a las personas que acudían en gran número a excusarse. En algunos casos, los primeros reportes indicaban que se duplicaría el número respecto del plebiscito anterior.

Para algunos analistas, la ciudadanía volvió a hablar y entregó un mensaje más sensato y menos ideologizado, desmarcándose del ambiente político que se tomó, lamentablemente, el proceso constituyente.

Para gobernar se requiere, en esencia, llegar a acuerdos y esto es algo que las clases y grupos políticos tienen que aprender, pues la polarización a la cual se sometió este proceso constituyente fue la que lo hizo fracasar.

El Presidente Gabriel Boric cerró anoche, al menos durante su mandato, el proceso constituyente, anunciando que ahora se enfocarán a atender las demandas ciudadanas. “Las urgencias son otras”, dijo.

Mirado en perspectiva, los dos rechazos a las propuestas constituyentes sólo pueden tener una lectura: Chile perdió una oportunidad histórica de darse una Constitución consensuada y con sentido de futuro.