Sin contrapesos y en unas elecciones cuestionadas por occidente Putin gana con el 88% de los votos
- De completar un nuevo período, habría permanecido en el poder más que cualquier otro líder ruso desde Catalina la Grande, en el siglo XVIII.
En medio de una represión despiadada en contra de opositores, el recrudecimiento de la guerra en Ucrania que le ha costado la vida a miles de ciudadanos rusos, y sin oponentes fuertes, Vladimir Putin se convierte nuevamente en Presidente de Rusia y gobernará hasta 2030.
Según las primeras encuestas a pie de urna difundidas por la televisión estatal rusa, fue reelegido con más del 87 % de los votos, tras tres días de votación en el país.
Tras su victoria, proclamada incluso antes de darse por finalizado el escrutinio, Putin ha agradecido a sus votantes elogiando a los “valientes guerreros” rusos y a la sociedad. También ha reivindicado que, con su reelección, Rusia será “más fuerte y más efectiva”.
Putin, un ex agente de la KGB de 71 años, se mantiene en el poder desde el último día de 1999 y espera extender su mando hasta al menos 2030.
No tiene opositores reales en los comicios, después de excluir a dos candidatos contrarios al conflicto en Ucrania.
Los otro tres candidatos que se presentaron a las elecciones presidenciales con Putin obtuvieron porcentajes cada uno inferiores al 5%.
El candidato comunista Nikolai Kharitonov obtiene el 4,7%, el de Gente Nueva, Vladislav Davankov, el 3,6% y el del Partido Liberal Democrático Leonid Slutsky el 2,5%
La participación de votantes en persona en las elecciones presidenciales de Rusia alcanzó el 73,33% al cerrar las urnas. Así lo informó Tass citando datos de la comisión electoral central.
La participación incluye tanto el voto telemático como electrónico, siendo esta mayor que la registrada en los comicios de 2018. Más de 8 millones de ciudadanos han emitido su voto de forma online.
El Kremlin presentó las elecciones como una oportunidad para que los rusos expresen su apoyo a la ofensiva en Ucrania, que por su parte las calificó como ilegítimas y llamó a sus aliados occidentales a no reconocer el resultado.
Según medios afines al kremlin, la votación se desarrollo en calma, sólo se reportaron una media docena de casos de vandalismo en los centros de votación, incluido un ataque con bombas incendiarias y varias personas vertiendo líquido verde en las urnas. La Ong OVD-Info informó de al menos 74 detenciones por diversas formas de protesta electoral.
La disidencia pública ha sido duramente castigada en Rusia desde el inicio de la ofensiva contra Ucrania, iniciada el 24 de febrero de 2022, y las autoridades han advertido contra las protestas electorales.
Durante la votación los ataques ucranianos con drones y misiles volvieron a golpear en el interior del país. Tass dijo que un grupo armado también intentó penetrar en la región fronteriza de Rusia desde Ucrania. Dos personas murieron en un bombardeo ucraniano de la ciudad fronteriza rusa de Belgorod, en donde han muerto decena de personas. A 1.065 kilómetros al sureste de Moscú, un ataque ucraniano con drones provocó un incendio en una refinería de petróleo perteneciente a la petrolera rusa Rosneft.
En Jersón, región anexionada ilegalmente por Rusia, una persona murió y otras cuatro resultaron heridas. El gobernador instalado por Rusia, Vladimir Saldo, responsabilizó a un ataque ucraniano con drones que tenía como objetivo interrumpir las elecciones.
Reacciones internacional
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha tildado de “simulación” las elecciones y que Putin está “enfermo de poder y está haciendo todo lo posible para gobernar para siempre”.
Ucrania como la mayoría de los países occidentales han tachado de “farsa” los comicios y han pedido que no obtengan respaldo por parte de ningún líder extranjero. Kiev se ha mostrado especialmente duro al denunciar que “obligar a millones de ciudadanos ucranianos” de los territorios ocupados a votar en las elecciones es “ilegal”. Asimismo, durante las tres jornadas se han registrado ataques aéreos e incursiones terrestres ucranianos contra regiones rusas.
La muerte de Navalni
Las elecciones ocurren a pocas semanas de la muerte de Alexei Navalni, principal opositor a Putin, quien murió en una cárcel en Siberia. Los partidarios de Navalni instaron a los votantes a concurrir coordinadamente al mediodía a los colegios electorales.
En el resto del mundo también se formaron colas ante las embajadas de Rusia, con multitudes especialmente numerosas en París y Berlín, donde decenas de miles de rusos viven exiliados.
La viuda de Navalni, Yulia Navalnaya, se unió a la fila en la capital alemana. A su alrededor, algunos llevaban pancartas en las que se podía leer “No a Putin, no a la guerra” y “Putin es un asesino”.
Leonid Volkov, estrecho colaborador de Navalni, dio las gracias a los que mostraron su oposición. “El mundo los ha visto. Rusia no es Putin, Rusia son ustedes”, escribió en X.
Sin embargo, la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, presentó las largas colas ante las embajadas como una prueba de apoyo al Kremlin.
En la tumba de Navalni en Moscú, periodistas de medios de comunicación occidental vieron papeletas electorales con su nombre escrito, depositadas sobre un montón de flores.