Necrológicas

– Jorge Luis Veas González

Existen lugares con condiciones similares a la Antártica

¿Por qué Cabo de Hornos se está transformando en un laboratorio científico?

Miércoles 8 de Mayo del 2024

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  • Es un punto atractivo para estudiar los impactos de las especies exóticas o el rol que juegan las algas
     subantárticas en la cadena alimenticia y cómo grandes receptores de dióxido de carbono (CO2).

Marcos Sepúlveda Loyola

Es uno de los poblados más australes del mundo, menos de 3 mil personas hacen patria en este lugar, un tercio corresponde a población naval. A pesar de su pequeñez en términos demográficos, posee una de las reservas de la biósfera más importantes del mundo. Este atractivo ha convertido a la comuna de Cabo de Hornos y en específico a su capital Puerto Williams, en un laboratorio científico natural.

Desde 2022 la capital regional de la provincia Antártica tiene el centro de investigación científica más austral del mundo. Este tiene una vista privilegiada al canal Beagle, la cordillera de Darwin y la isla de Tierra del Fuego.

La isla Navarino reúne varios puntos atractivos para el mundo científico. Es un espacio que tiene ciertas características de una ciudad, sin perder su esencia rural, es un lugar en el que la vida social está permeada por la condición climática y lo remoto que se encuentra de Chile.

“El panorama tanto ambiental como social es sumamente particular y lo que hacen de esto un laboratorio privilegiado para los estudios socioambientales”, expresa Patricio Pérez, estudiante de Magíster en Sociología de la Universidad Católica, quien se encuentra investigando en la isla los impactos que tienen los perros asilvestrados en el ecosistema.

Eligió Navarino porque al ser un territorio aislado, sus impactos son autocontenidos y se puede investigar cómo una especie introducida por el hombre, como lo son los perros, al ser abandonados provocan un desequilibrio ecosistémico.

Otra clave de que este remoto lugar en el confín del mundo esté en los ojos de investigadores de prestigiosas universidades es su condición de “fragilidad ecosistémica”, ya que cerca de ella se encuentra la isla Diego Ramírez, territorio libre de plagas y especies invasoras como castores, gatos o roedores. Eso provoca que esta zona tenga una riqueza biológica única en el planeta y permite a estos pensadores investigar en el ecosistema sin agentes externos que adulteren los resultados de éstas y diseñar estrategias para evitar la entrada de especies invasoras.

“Hay muchas especies marinas que sólo habitan en este rincón del planeta y a eso le llamamos endemismo en el ámbito científico. Esto hace atractivo este lugar”, indica Jaime Ojeda, investigador marino del Centro Cabo de Hornos. Ojeda destaca que en este rincón del mundo se puede estudiar los bosques de macroalgas y la biodiversidad de microorganismos que alojan, las cuales juegan un rol clave en la captación de dióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero.

Desde el punto de vista aviario es clave esta zona, ya que un 20% de los ejemplares de albatros de ceja negra a nivel mundial se encuentra en la isla Diego Ramírez.

Un lugar similar a la Antártica

Según el investigador de la Universidad de North Texas, Ricardo Rozzi, en el cordón montañoso de los Dientes de Navarino, existe un lugar con condiciones climáticas similares a la Antártica, pero sin las restricciones que existen para realizar experimentos científicos.  

Este sector tiene otra particularidad, ya que los Dientes de Navarino,  son una especie de termómetro natural, ya que a través de los cambios de la flora del lugar se puede desprender un aumento en las temperaturas. Rozzi enfatiza que, mientras un árbol crezca a mayor altitud, mayor temperatura existe en el lugar. Hoy sectores que antes eran ocupados por tundra o pequeñas hierbas, están colonizados por árboles. Esto se debe a que en los sectores en donde antes caía nieve, hoy llueve.

“Esta condición te permite poder simular potenciales escenarios de calentamiento global en la Antártica”, sentencia Rozzi.