Aumento de la explotación sexual infantil
El reciente caso de explotación infantil que ha salido a la luz, asociado a un hombre de 40 años que enfrenta once cargos de delitos por abusar de niñas de 13 y 16 años, es un claro recordatorio de la urgencia de abordar el preocupante aumento de los delitos sexuales.
En el Código Penal chileno, están tipificados estos delitos y, entre ellos, se consideran los ilícitos de explotación sexual de menores de edad asociados a pornografía o prostitución.
Este delito implica cuatro modalidades principales, en las que el abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad es su acción clave: pornografía, relaciones sexuales remuneradas, trata con fines sexuales y explotación en contexto de viajes y turismo.
Este tipo de actos atroces no sólo dejan cicatrices profundas en las víctimas, sino que también generan un impacto en sus familias y en la comunidad, en general.
Es alarmante constatar que los delitos sexuales y, en particular, la explotación infantil, están experimentando un aumento sostenido. A nivel nacional se habla de una tasa del 30%, crecimiento que es correspondido en igual porcentaje en la región.
La precariedad socioeconómica, la deserción escolar y falta de educación, el uso de las redes sociales para captar y embaucar a niños, niñas y adolescentes y la propia migración son algunos de los factores que contribuyen a dicho aumento.
Este sábado 18 de mayo se conmemorará el Día contra la Explotación Sexual Infantil”, oportunidad que permitirá llamar la atención sobre las conductas y acciones vinculadas a este delito, remarcando que se trata de una violación a los derechos humanos.
Se debe crear mayor conciencia de que se trata de un ilícito y un problema social muy complejo, que tiene como elementos clave los aspectos culturales que ubican a mujeres, niñas, niños y adolescentes en una situación de desventaja e inequidad.
Cultural y socialmente, se tiene que enseñar que los niños, niñas y adolescentes explotados sexualmente son víctimas, personas que se cosifican y que se reducen a objetos de consumo, a mercancías puestas en venta a instancias de su situación de vulnerabilidad.
Es fundamental que se fortalezcan las medidas de prevención, protección y persecución de estos delitos, así como también se promueva una cultura de denuncia y de apoyo a las víctimas.
En Magallanes, se requiere, además, revisar y mejorar los mecanismos de detección temprana y atención integral a las personas que han sido víctimas de explotación infantil y abuso sexual, garantizando su acceso a la justicia y a servicios de apoyo psicológico y social.