Escritora Nona Fernández comparte reflexiones de su proceso creativo en charla inaugural de Magallanes en 100 Palabras
Como puntapié inicial para la apertura de la novena edición del concurso de cuentos breves “Magallanes en 100 Palabras”, la organización del certamen invitó a la escritora Nona Fernández para realizar una charla magistral que busca inspirar a la ciudadanía y a cualquier interesado en postular. La edición anterior registró más de 4 mil cuentos y para este año se busca superar esta meta con actividades que incentiven los deseos y la creatividad de las y los magallánicos.
El foco de Nona Fernández fue hablar de manera distendida y relajada sobre el proceso creativo y en particular de cómo ella lo aborda, a modo de “abrir un poco la cocinería”, según ella relata. “Lo fundamental de la charla es traducir lo difícil que es poder comprender qué es lo que uno hace. Porque cuando uno escribe, está pensando sobre lo que escribe, la historia, levantar el imaginario y las palabras, pero no en cómo lo estás haciendo, cuáles son los procedimientos, eso uno con el tiempo lo empieza a observar”, comenta la escritora y dramaturga.
“No existe una receta”, es una máxima que Fernández quiso acercar. “Nadie nunca nos va a poder traspasar un proceso creativo con una formalidad de trabajo que vaya a ser efectiva para escribir algo bueno, eso no existe. Cada uno va a encontrar su manera”, profundiza en tal idea. Por su lado, ella quiso exponer sobre lo que ella puede traducir de lo que ha hecho, no necesariamente de lo que vaya a hacer mañana, aclara. “Mis puntos de interés, mis formas, mis tiempos”, apunta Nona sobre lo que quiso traspasar, refiriéndose a su forma de trabajar.
Con humildad de sobra, Nona indica que “siempre parto de un archivo, no tengo mucha creatividad, parto de algo real y concreto”. Explica que pueden ser archivos noticioso, judicial, algo que vio o escuchó, memorias personales o de alguien cercano y que levanta una investigación a raíz de lo mismo. “Lo que hago es meterme en ese archivo, investigarlo lo más posible, si hay que ir a fuentes voy, si hay que conversar con gente lo hago, o ir a tribunales, biblioteca, lo que sea. Una vez que estoy investigando comienza a levantarse a algo parecido a una historia y un punto de vista sobre ese archivo. Luego de eso comienzo un periodo de escritura”.
“La escritura es una fábrica de realidad, lo que hacemos es robarnos pedacitos de realidad para traducirlas, reciclarlas y volver a insertarlas en la realidad. Para mí los libros son importantísimos en la manera de entender el mundo”, reflexiona Nona.