Uno de cada cuatro escolares presenta inasistencia grave a clases
Las cifras de inasistencia escolar grave son altas. Esto ocurre en Magallanes y en todo el país. Así lo establece un análisis elaborado por el Centro de Estudios Acción Educar, que muestra que, si bien la asistencia escolar se ha recuperado, aún está lejos de los niveles anteriores a la pandemia.
La inasistencia reiterada es cuando los estudiantes asisten a más de un 85% del total de las jornadas escolares oficiales de un año y a un 90% o menos del total de las jornadas. En tanto, la inasistencia grave se refiere a los estudiantes que asisten a un 85% o menos. En esta definición se considera como inasistencia toda ausencia, justificada o injustificada, de un estudiante a su establecimiento educacional.
En el caso de Magallanes, en marzo de este año, la inasistencia grave afectaba a uno de cada cuatro estudiantes (26,5%), cifra que, si bien se ha ido reduciendo, aún es alta y además tiene un importante impacto en el sistema educativo. En abril, la inasistencia grave llegó a un 29,62%, cifra que también implica una baja en relación al mismo mes del año anterior.
En abril de 2024, la asistencia promedio del sistema escolar en la región aumentó a un 87,3%, pero permanece por debajo de sus niveles observados para el mismo mes en los años anteriores a la pandemia y el cierre de escuelas (90,9% en 2019 y 88,9% en 2018, respectivamente).
A nivel nacional, el informe señala que un total de 676.571 alumnos del sistema escolar chileno presentaron inasistencia grave en abril de 2024 (perdieron más del 15% de los días de clase). Si bien esta cifra es inferior a la registrada en 2023 (880.262 escolares), los casos de inasistencia grave en abril de 2024 superan en un 48,3% a los del mismo mes de 2019 e incluso en un 53,9% al compararse con el año 2018.
En el país, entre abril de 2023 y 2024, se redujo la cantidad de alumnos con inasistencia grave, uno de cada cinco alumnos de educación básica y enseñanza media se encuentran en esta situación.
La asistencia escolar se vio severamente afectada tras la ruptura de la presencialidad impuesta por la pandemia y los cierres de escuelas; a la fecha, este indicador aún no se ha recuperado. Esto es sumamente preocupante, puesto que el ausentismo escolar se relaciona con peores perspectivas de empleo, menor satisfacción laboral, y una mayor propensión a consumir sustancias ilícitas y/o a delinquir.
Además de estos problemas, la inasistencia escolar grave puede tener efectos negativos a largo plazo en el desarrollo académico y personal de los estudiantes. La falta de continuidad en el aprendizaje puede llevar a lagunas en el conocimiento, dificultando la comprensión de temas más avanzados y reduciendo la capacidad de los alumnos para alcanzar su máximo potencial. Esta situación también puede afectar la autoestima y la motivación de los estudiantes, quienes pueden sentirse desalentados al ver que no pueden seguir el ritmo de sus compañeros.
La asistencia escolar, además de constituir una condición clave para que los estudiantes desarrollen los conocimientos, habilidades y actitudes que se espera que aprendan durante la educación escolar, contribuye a su desarrollo socioafectivo y promueve hábitos fundamentales para la vida futura de niños y jóvenes, como la responsabilidad. La rutina de asistir a clases, cumplir con tareas y participar en actividades escolares, establece una estructura y disciplina que son esenciales para el éxito en la vida adulta.
Es por ello que desde el gobierno se ha lanzado una campaña que busca fomentar la asistencia. Esta campaña incluye diversas estrategias, como la sensibilización de los padres sobre la importancia de la asistencia regular, el apoyo a las escuelas para que implementen programas de seguimiento y acompañamiento a los estudiantes con inasistencia reiterada y grave, y la coordinación con otros sectores para abordar las causas subyacentes del ausentismo escolar, como problemas de salud, dificultades familiares o económicas.