Banda de “narcos” extranjeros planeaba comprar un avión para internar droga a Punta Arenas
Hasta pasada la medianoche de este martes proseguía la audiencia judicial,
donde el juez resolvería la situación procesal de cada uno de los imputados.
Nuevos antecedentes se conocieron ayer acerca del millonario tráfico de drogas que la Policía de Investigaciones y la Fiscalía de Punta Arenas venían indagando desde hace diez meses.
El jueves de la semana recién pasada fueron detenidas 18 personas, de diferentes nacionalidades, en operativos simultáneos practicados en Santiago y Punta Arenas.
El fiscal Manuel Soto solicitó una ampliación de cinco días y por eso la formalización de cargos se realizó ayer, en una jornada maratónica que partió a las 15,30 horas y al cierre de esta información -pasada la medianoche- aún se seguía debatiendo la prisión preventiva para 17 de los 18 imputados, porque sólo uno de ellos recuperó la libertad al tener un grado de participación menor, quedando con arresto domiciliario nocturno, arraigo y prohibición de acercarse al resto de la banda.
Curiosa resolución
Curiosa resultó la resolución del magistrado Ricardo Larenas al inicio de la audiencia, al imponer la restricción de entregar las identidades de los detenidos e imágenes de los mismos, siendo que esto ya se había zanjado la semana pasada, sin que surgiera oposición a tal divulgación.
Fueron tres los hechos imputados: tráfico de drogas, tenencia ilegal de armas de fuego y municiones y lavado de activos. Los primeros dos los detalló Manuel Soto y el tercero el fiscal jefe Fernando Dobson.
Esta es una de las operaciones delictuales más grandes de una banda de ciudadanos extranjeros y chilenos dedicados al tráfico de drogas.
La banda tenía montado un laboratorio en Punta Arenas, para la confección de comprimidos tipo éxtasis, que comercializaban localmente y enviaban a otros puntos del país, preferentemente la zona central de Chile.
A partir de una denuncia anónima la Fiscalía coordinó con la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la PDI seguimientos a los imputados, tanto de día como de noche. Corroborado el tráfico de drogas vinieron las interceptaciones telefónicas, quedando finalmente al descubierto una las operaciones de los traficantes.
Un operativo policial contra el narcotráfico y el crimen organizado descrita como “inédita en el extremo sur del país”, de carácter transnacional.
Se conoció que uno de los principales inculpados de Punta Arenas llegó a comprar 8 vehículos, por 108 millones de pesos, pagados al contado. Entre ellos una moto, camioneta, vehículos Kia, semi remolque y tracto camiones.
También tenían en su poder armas y municiones, y el operativo completo llevó a pedir inicialmente 21 órdenes de detención. Más todos los allanamientos realizados a 22 inmuebles.
Compra de avión
Entre lo más curioso de los antecedentes divulgados por la Fiscalía, están las escuchas telefónicas de tres ciudadanos extranjeros hablando de comprar un avión. Uno sugiere un bimotor, en lo posible de 8 pasajeros porque son más grandes ya que poseen una mayor autonomía de vuelo, para así no tener que recargar combustible en la ciudad de Puerto Montt.
Los planes eran traer droga directamente a Punta Arenas desde el extranjero.
Dan a conocer valores del costo de un avión. Un colombiano dijo conseguirse una licencia de vuelo por 12 millones de pesos. Y que estaba por comprar otro camión para operar con cuatro máquinas.
Los brazos operativos de los traficantes locales llegaban a la comuna de Conchalí, en Santiago, reclutando mujeres para el proceso de distribución de la droga.
La investigación terminó por establecer que el líder de la banda venía operando desde el año 2017, un colombiano que en su país fue condenado por violar a un menor.
Este sujeto internó cocaína y marihuana, más las sustancias para elaborar las pastillas de éxtasis.
La banda contaba con varios domicilios para operar. Incluido uno ubicado en un sector de parcelas, donde para llegar dejaban los vehículos a gran distancia para no levantar sospechas.
Las fotografías captadas en los seguimientos desde altura evidenciaron que las mujeres realizaban operaciones acompañados de sus hijos, niños y niñas menores de edad.
La cocaína la “abultaban” con otros componentes en una de las bodegas arrendadas para estos fines, en la comuna de Huechuraba, disminuyendo su pureza.
En el delito de lavado de activos se dio cuenta de las “empresas de pantalla” creadas con estos fines. Documentos confirmaron la adquisición de verdaderas flotas de vehículos, comprados “cero kilómetro”.
Una de las mujeres que prestó declaración, de nacionalidad dominicana, es garzona de un local del barrio Prat y dijo que desconocía que su pareja traficaba droga, pero que sí le llamaba la atención el hecho de que siendo taxista siempre anduviera con dinero en gran cantidad. En la casa fue encontrada una balanza para el pesaje de droga y una bengala.