Mala señal para las regiones
– Establecer el domicilio de los gobernadores regionales en las dependencias que ocupaban hasta este año los otrora intendentes hubiera permitido resolver un problema simbólico y práctico, constituyéndose en un signo visible y potente de la regionalización.
Una mala señal en contra del empoderamiento de las regiones y, en particular, de la figura de los gobernadores entregó ayer el Senado, luego de que no se alcanzara el quórum de 25 votos a favor que necesitaba el proyecto que buscaba regular el domicilio de las nuevas máximas autoridades regionales.
Tal era el objetivo del proyecto que modificaba la Ley N° 19.175, Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, buscando subsanar uno de los primeros tropiezos que tuvo la instalación de los nuevos gobiernos regionales.
La iniciativa pretendía establecer que los gobernadores y las gobernadoras regionales ejercieran sus funciones en las dependencias que ocupaban los intendentes.
Al respecto hubo una amplia discusión, en la cual se abordaron dudas existentes sobre la constitucionalidad del proyecto.
El texto fue patrocinado por los senadores Yasna Provoste, Ximena Ordenes, Carlos Bianchi, José Miguel Insulza y Juan Pablo Letelier y, al no alcanzar el quórum requerido, fue rechazado y, por ende, concluida su tramitación.
En el debate se planteó que más que un problema de técnica jurídica, era un problema político, mientras otros parlamentarios contra argumentaron que hoy la situación de instalación de los gobernadores está resuelta y que los parlamentarios no tienen facultades para disponer de los inmuebles fiscales.
Lo cierto es que el Congreso perdió nuevamente una oportunidad de empoderar a las autoridades regionales y asegurarles mayor funcionalidad.
Establecer el domicilio de los gobernadores regionales en las dependencias que ocupaban hasta este año los otrora intendentes hubiera permitido resolver un problema simbólico y práctico, constituyéndose en un signo visible y potente de la regionalización.