Sequía en el canal de Panamá genera pérdidas que todavía son difíciles de cuantificar
La sequía que padece el Canal de Panamá es un ejemplo de ello, sin embargo las pérdidas económicas ocasionadas por este fenómeno aún son difíciles de cuantificar por la duración de esta crisis, pues la llegada de la nueva temporada de lluvias es incierta. Por ahora, las restricciones a circular por esta vía durarán al menos 10 meses.
El Canal de Panamá es muy importante para la economía de ese país y para el intercambio de mercancías internacionales, pues de acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo (Bid) aporta el 6,8% del Producto Interno Bruto (Pib) panameño y está asociado al transporte del 6% del comercio mundial, pues está conectado con 1,920 puertos.
Los países que más se benefician son Estados Unidos, China, Japón, Chile, Corea del Sur, México y Colombia.
En Panamá, el fenómeno de El Niño, asociado con aguas más cálidas de lo habitual en el océano Pacífico, está contribuyendo a la sequía.
Las restricciones comenzaron a principios de este año afectando a unos 170 países y prácticamente todo tipo de productos, incluida soja y gas natural licuado de Estados Unidos, cobre y cerezas frescas de Chile y carne de res de Brasil.
El área alrededor del Canal experimenta uno de los dos años más secos en casi siglo y medio. Las mediciones de lluvia están entre 30% y 50% por debajo de lo normal.
Los operadores han reducido los límites de peso de los barcos para adaptarse a la menor profundidad del agua, lo que plantea un problema para los buques grandes.
También se ha reducido el número de cruces diarios de barcos a 32 desde 36 durante las operaciones normales, ya que cada paso requiere alrededor de 50 millones de galones de agua, de los cuales solo una parte se recicla.
El Canal de Panamá, de 80 kilómetros, conecta el Océano Pacífico con el Mar Caribe y utiliza agua de lluvia para su funcionamiento. Por cada barco se vierten unos 200 millones de litros de agua dulce, que el Canal obtiene de una cuenca hidrográfica con los lagos Gatún y Alhajuela.
Las restricciones han disparado el temor a que las navieras decidan cambiar de ruta para transportar su mercancía.
Si los costos de pasar por el canal bajo estas circunstancias son excesivos, los usuarios van a buscar otra ruta, que puede ser la del canal de Suez.
Pérdidas económicas
La autoridad del Canal prevé una caída en sus ingresos de hasta 200 millones de dólares en 2024 a causa de restricciones al tránsito marítimo por la prolongada sequía en el país.
La situación se ve reflejada en el presupuesto del año fiscal en 2023-2024, que inicia en octubre y finaliza en septiembre, mismo que será presentado próximamente para su aprobación. El presupuesto para 2024 contempla ingresos de 4.900 millones de dólares.