“Las pifias me afectan de 15 mil personas hacia arriba”
- La magallánica se muestra sin complejos, reconoce que se ha reconciliado con la televisión tras su paso por Viña del Mar y su abrupta salida de La Red y está llena de eventos hasta finales de mayo. Volvió a su ciudad natal con un show de stand up comedy que presentó en el Casino Dreams
Marcos Sepúlveda Loyola
Es nacida y criada en Magallanes. Sus primeros años de infancia los vivió en una casa por la calle 21 de Mayo. Todos los días iba a jugar a la Plaza de Armas y desayunaba en el Kiosco Roca, dice que le besó tanto la pata al indio patagónico porque vez que puede visita Punta Arenas. Se siente magallánica en la forma que ve la vida y en su apego a la familia. Dejó estas tierras a los once años y emprendió el rumbo hacia la Octava Región.
– ¿Volverías a vivir a Magallanes?
– “No, porque en lo que yo trabajo, Punta Arenas me queda muy lejos, me gusta Punta Arenas, pero de visita, creo que hay muchísimas más oportunidades en Santiago que acá”.
Se define como una mujer sencilla, anda de jeans y polera negra todo el año. No le gusta mucho maquillarse, en esta ocasión lo hizo porque le iban a sacar fotos. No entiende a la gente que usa filtros en las fotos y se niega a compartir su vida por Tik Tok. Hoy está con un show de stand up comedy en el que compara la generación actual frente a la de ella. “Es heavy como ha avanzado todo y lo atrás que me he quedado, siendo que a mis 20 pensaba que estaba en el peak de la vida”, comenta Belén Mora en entrevista con El Magallanes.
– ¿Cómo es tu hijo a los 24 años y cómo era a su misma edad?
– “Es súper seguro de sí mismo, se viste cómo quiere, hace lo quiere, no le importa la opinión del resto, no ve géneros sólo ve amor, es súper conciente del medio ambiente y del planeta, ocupa ropa usada porque encuentra que la industria textil contamina mucho (…) Yo a su edad lo único que quería era votar para que arenito siguiera en Yingo, mi máximo ídolo era Álvaro Valero pedía 10 bolsas en el supermercado y ocupaba una (…) Ahora la generación de mi hijo tiene responsabilidad afectiva, nosotros jamás tuvimos eso. Yo me ponía calcetines en los senos porque era plana.
“Creen que se las saben todas o saben lo que uno sufría para conseguir lo que quería sin ningún recurso, sin redes sociales, sin acceso a maquillaje ni cera depilatoria, pero aún así uno terminaba saliendo con el tipo que te gustaba”.
A los cuatro años decidió ser actriz
Belén Mora recuerda que su papá a los cuatro años le preguntó ¿ Qué quería ser cuando grande? Y ella le respondió que actriz o bailarina. Su padre contra preguntó ¿Bailarina con Tutu? “Yo le respondí que las de plumas”. Soñaba con ser Moria Casán, Susana Jiménez. Su gusto por hacer reír se fue formando a través de programas señeros de la televisión como: Chincol a Jote, Medio Mundo, Jappening con Ja. “Cuando veía esos programas, yo decía quiero hacer eso, quiero hacer reír, y que la gente se ría conmigo”, expresa.
– ¿Nunca te viste haciendo papeles dramáticos?
– “En la escuela de teatro yo era la drama Queen (…) Yo no descarto trabajar en eso en un futuro. En la escuela te forman en drama y comedia (…) A mí me gusta la comedia porque tiene una entrega de energía y puede decir cosas que otro que no tiene la oportunidad de hacer sobre un escenario, como representar un poco lo que la gente piensa, pero no dice (…) No hay nada más placentero que cambiarle la emoción a alguien”.
– ¿Existe alguna metodología para que una historia se vuelva graciosa?
– “Existen miles de fórmulas, yo trato de no hacer un chiste, sino contar cosas que son trágicas para mí (…) Ahora me río de lo que pasó en Viña del Mar, lo pasé pésimo hace un año, pero con la perspectiva del tiempo todo cambia”.
– ¿En Viña del Mar sientes que ganaste más de lo que perdiste?
– “Si uno lo mira ya desde la perspectiva del tiempo uno siempre gana (…) Lo que me pasó fue lamentable, pero tampoco tan terrible en comparación con todo lo que viví en el 2022 en mi vida familiar y laboral, cuando me pasó lo de Viña, para mí no fue una tragedia, por eso no salí llorando del escenario”.
“Hoy me subo al escenario livianísima porque lo peor que puede vivir un comediante ya me pasó (…) Las pifias me afectan de 15 mil personas hacia arriba, sí me pifian 30 es como loco, te faltan 14.970 personas para que me afecte. Ya no tengo la presión de responder a cierto estándar o expectativa”.
– ¿Consideras que es una falta de respeto pifiar a un humorista?
– “Es muy violento e injusto, porque si un músico se equivoca en la letra de una canción, no lo pifian, se la dejan pasar”.
– ¿Sienten que los humoristas son carne de cañón?
– “Siempre he dicho que el comediante es el número que se presenta mientras se desmonta el backline de la banda que abre y se monta el backline de la banda que cierra ¿Cuál es el mayor rating de todos los festivales televisados? ¿A quién es el que menos se les paga? A los humoristas. ¿A quién se les castiga por todo? A los humoristas”.
“Para la mujer humorista es difícil porque tenemos que cuidar la vestimenta, evitar decir muchas groserías, si uno usa falda corta dicen que me estoy mostrando. Entonces las mujeres nos subimos con un montón más de checklist que los humoristas hombres quienes sólo se tiene que preocupar de hacer reír”
Top Chef
Bromea con su ingreso al programa de cocina de Chilevisión y dice que estuvo con la “realeza de los 90”: Zapallito Italiano, Paulina Nin, Berta Lasala, Jordi Castel y “el príncipe Williams chileno, Máximo Bolocco”, expresa entre risas. Advierte que ella no entró a hacer amigos, sino que a ganar. “Soy bien como mateíta y un poco tóxica en ese sentido”, añade.
En una entrevista comentaste que tu sueño era participar de un programa de cocina ¿Entraste para cumplir un sueño?
“Entré pensando en ganar, en ser la mejor, en estudiar para ganar. No me interesaba nada más que llegar a la final”.
“En el primer capítulo dije ya, me van a echar, esas ganas me duraron hasta el capítulo uno que había que hacer un huevo y se me reventó la yema. Semana a semana le decía a mi marido que me iban a echar”.
“Este programa tuvo un significado súper bonito para mí porque fue la forma en la que elegí volver a exponerme mediáticamente y elegí hacer algo que me encanta”.
El 13 de marzo tras varios meses de competencia se consagró como ganadora del programa culinario con una receta magallánica. Enfrentó a la modelo, Gianella Marengo, y al actor, Alonso Quintero. Se llevó treinta millones de pesos, mucha gente le dice que se ponga con un restaurante ella piensa algo completamente distinto.
– ¿En qué gastaras este premio?
– “Pagar deudas, básicamente. Quiero pagar un año de universidad a mi hijo y regalarle un viaje, para que conozca más mundo que Santiago (…) Con el Toto acumulamos muchas deudas mientras trabajamos en La Red, en dónde no nos han pagado y aún seguimos en juicio (…) eso nos generó a nosotros deudas con Impuestos Internos, porque nosotros emitimos la factura, la cual el canal no pagaba, pero nosotros teníamos que pagar y eso nos empezó a generar un hoyito grande, súmale que operamos a mi hijo del corazón, la mantención de una casa, y que después de Viña los eventos no me llovieron”.
– ¿Cómo vas a capitalizar tu triunfo en Top Chef?
– “Voy a crear contenidos relacionados con la cocina, con la gastronomía. Ahora que aprendí muchas cosas, no me pondría con un restaurante, lo encuentro patudísimo, porque creo que mínimo uno tiene que estudiar la carrera de gastronomía para hacerlo, no sirve un programa de tres meses”.
“Quiero empezar a hacer un concepto tipo como cenas clandestinas, para ocho, diez personas, preparar una cena de cinco tiempos”.