Los problemas de las universidades regionales
La reciente reunión de rectores de 30 universidades agrupadas en el Consorcio de Universidades Estatales (Cuech) y la Asociación de Universidades Regionales (Aur) ha puesto de relieve un tema crucial: la necesidad de un cambio en el financiamiento de la educación superior en Chile. Este llamado no sólo refleja los desafíos que enfrentan los planteles regionales, sino también la urgente necesidad de descentralizar y fortalecer el sistema educativo para impulsar el desarrollo regional.
Respecto de la solicitud de cambio del sistema de asignación de recursos, es una demanda reiterada por años, pero que no ha tenido eco en las esferas gubernamentales y legislativas. El camino parece claro: terminar con los fondos asignados por demanda y establecer un financiamiento basal.
En tanto, uno de los principales obstáculos que enfrentan las universidades regionales es el centralismo en el financiamiento y la toma de decisiones. Esta situación hace que sea difícil para estas instituciones instalar programas de posgrado, generar conocimiento y contribuir al desarrollo económico y social de sus respectivas regiones. En un país tan geográficamente diverso como Chile, esta falta de descentralización en el ámbito educativo puede tener consecuencias profundas y negativas para el progreso económico y desenvolvimiento social en las zonas alejadas de Santiago.
El conocimiento generado por las universidades es fundamental para el avance de la ciencia y la tecnología y para, por ende, hallar soluciones innovadoras. También juega un papel crucial en la revolución de las ideas y los cambios culturales, en el fortalecimiento de la democracia y en el robustecimiento de los sistemas productivos y de generación de servicios. Ello, porque estas entidades tienen un papel vital que desempeñar en este sentido, ya que están más cerca de las realidades locales y tienen un profundo conocimiento de las necesidades y desafíos específicos de sus regiones.
Por lo tanto, es fundamental repensar el modelo de financiamiento de la educación superior en Chile para asegurar que las universidades y, sobre todo las regionales, reciban los recursos y el apoyo necesarios para cumplir su misión de manera efectiva. Esto podría incluir la creación de fondos especiales para el desarrollo regional, el fortalecimiento de los lazos entre las universidades y los actores locales, y la promoción de la investigación y la innovación en áreas prioritarias para cada región.
El llamado de los rectores a un cambio en el financiamiento de la educación superior es un paso importante hacia la construcción de un sistema educativo más inclusivo, equitativo y orientado al desarrollo regional. Es hora de que el gobierno y las autoridades educativas escuchen estas demandas y tomen medidas concretas para apoyar a las universidades regionales en su importante labor de contribuir al desarrollo sostenible de Chile.