Carlos Hernández Aburto, el chofer que manejó para 10 “jefes” fue distinguido por el Ministerio del Interior

Dejó su natal Puerto Montt para cumplir su servicio militar obligatorio. Lo destinaron a Punta Arenas. Y jamás imaginó que esta ciudad lo terminaría acogiendo por el resto de sus días.

Es la historia de vida de Carlos Rubén Hernández Aburto, de actuales 65 años, quien está próximo a acogerse al merecido descanso.

En Magallanes se casó con Rosa Irene Naduam, matrimonio del que nacieron tres hijos: Claudio, Griselda y Andrés, que les regalaron siete nietos.

Muchos lo conocen porque fue cara visible de la entonces gobernación provincial de Magallanes, donde se desempeñó como chofer.

Después de terminar su servicio militar se quedó dando vueltas en Punta Arenas. Y un día, cuando pasaba frente al edificio de la gobernación, donde hoy funciona el gobierno regional, encontró a un amigo que trabajaba con el entonces gobernador Carlos Soto Pellizzari. Se pusieron a conversar y éste le comentó que necesitaban un chofer, para un reemplazo por 30 días.

Corría el año 1979 y Carlos tenía 19 años. Ingresó a cumplir las funciones encomendadas y al parecer lo hizo tan bien que se quedó con el puesto para siempre.

Cuando estaba de vuelta el titular, el coronel Carlos Soto lo citó a su despacho y le dijo a Hernández: “Tú te quedas conmigo y a Mansilla lo enviaron como chofer de camión a la estancia Santa María”.

Tres años después, se abrió un concurso. “Postulé y como yo estaba trabajando quedé con el cargo. Así que a partir del 14 de mayo de 1982 quedé de titular en la gobernación provincial de Magallanes, que ahora se conoce como delegación presidencial regional.

Toda su carrera la desarrolló en el mismo organismo o lugar.

De los 12 años que Carlos Soto fue gobernador, Hernández estuvo 11 años con él.

Luego vendría Carlos Zanzi, Cosme Crema, Manuel Barrera, Jaime Jelincic, Ana María Díaz, Segundo Alvarez, Carolina Saldivia, Gloria Vilicic, Nicolás Cogler y Homero Villegas.

“Esos son los nombres que recuerdo porque después, cuando enfermé de una hernia, no manejé más para las autoridades”, señaló Hernández.

Sus mejores jefes

Entre los “jefes” que mejor recuerda destaca los nombres de Carlos Soto, Carlos Zanzi y Cosme Crema. “Todos ellos excelentes personas”.

“Cuando uno hace bien su pega no tiene por qué temer a que le digan algo y menos vas a tener problemas. En lo personal tengo muy buenos recuerdos de mis jefes, incluso muchos me invitaron a sus casas”.

Distinción

Hace poco viajó a Santiago porque en La Moneda se realizó la ceremonia donde hubo entrega de estímulos y premios por años de servicios a funcionarios del Ministerio del Interior.

El subsecretario de esta cartera, Manuel Monsalve, le entregó la medalla por 40 años de servicio distinguido.

“Ahora ya preparo mi retiro. Me voy el 31 de marzo, pero tomo vacaciones a partir de fines de diciembre y ya no vuelvo más. Es importante poder irse a la casa bien. Y si me pregunta qué voy a hacer, viajar. Eso es lo que quiero hacer. Disfrutar con mi señora y salir a distintas partes”.