Viviendas tuteladas, un lugar digno para vivir

El envejecimiento de la población impone al gobierno generar políticas públicas que permitan garantizar a todas las personas mayores que sus necesidades básicas estarán cubiertas y que tendrán una vida digna.

En efecto, esto demanda no sólo adecuaciones respecto del mercado laboral y modificaciones al sistema previsional y mejora sustancial de las jubilaciones, sino que contar con una red de protección social para las personas mayores.

La salud es uno de los aspectos más relevantes y, en tal sentido, poco a poco se ha ido avanzando para contar con prestaciones oportunas y asequibles, pero también con equipos especializados que puedan hacerse cargo de aquellas personas postradas y/o con altos niveles de dependencia. Aquí cabe destacar lo que se ha realizado a nivel de atención geriátrica en el Hospital Regional, como la red de consultorios y, en particular, programas como Punta Arenas Te Cuida, de la municipalidad correspondiente.

Cuando hablamos de gente más longeva y con autosuficiencia en su cuidado, surgen otras necesidades, como lo es la vivienda. Contar con una vivienda digna es una de las aspiraciones y no siempre el devenir de la vida y/o las circunstancias familiares permiten asegurar aquello.

Por esto es que se valora que el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) cuente con un programa de viviendas tuteladas para personas mayores. Se trata de conjuntos habitacionales a los cuales se pueda acceder previa postulación e informe social, donde no sólo se proporciona una espacio para vivir, sino apoyo psicosocial  y comunitario con la finalidad de promover la vinculación con la red social y comunitaria y también ayudar a su integración y autonomía.

A estas viviendas pueden acceder adultos mayores de 60 años autovalentes que requieran una solución habitacional y el referido sostén psicosocial. Obviamente, se prioriza a aquellos que carecen de redes de apoyo socio-familiares.

En nuestra edición dominical, se publicó un amplio reportaje, donde usuarios de este programa en Punta Arenas entregaron sus testimonios. Todos valoraron esta posibilidad, considerando que, para ellos, sencillamente, se trataba de “otro mundo”, donde alojan en condiciones de confort y disfrutan no sólo de talleres y actividades grupales, sino de cuidados y un ambiente de seguridad.

En la región, hay 70 viviendas tuteladas y se espera seguir invirtiendo en esta solución habitacional para los senescentes.

Se trata de un programa bien pensado y que cuenta con una buena evaluación. Responde, además, a la política de cuidados que el Estado chileno debe desarrollar y garantizar para todas las personas, incluidos los adultos mayores.