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Historias de Ases del Volante: De Puerto Natales a Juan Manuel Fangio

Domingo 3 de Enero del 2021
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– El Programa de automovilismo deportivo “Ases del Volante”, que conduce Francisco “Pirulo” Oyarzo y se emite semanalmente los lunes por Radio Polar y Polar Comunicaciones, organizó un concurso para cerrar el año 2020. Ante la falta de competencias buscó opción de recordar la historia, anécdotas o los grandes momentos del automovilismo en nuestra región y en la Patagonia, como una alternativa para llevar de mejor forma estos tiempos de pandemia. La modalidad del concurso era la de relatar en forma escrita cualquier evento, vivencia o situación personal que se quiera resaltar y dar a conocer del automovilismo en la Patagonia. A continuación la historia retratada por el periodista argentino Carlos Raúl Zapico.

Esta singular historia transcurre en 1942, en pleno desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, y de allí algunos ribetes más que especiales que se vivieron en la época, donde la falta de combustible, lo oneroso de los viajes y otros pormenores habían hecho disminuir el número habitual de participantes.

Escaseaban las cubiertas y no era fácil conseguir repuestos, por lo que sólo sesenta aventureros encararían la prueba “Gran Premio del Sur”, saliendo desde Mercedes en la Provincia de Buenos Aires.

Pero finalmente serían 59 porque para desgracia de uno, el auto se le rompió antes de partir y según marca la historia el piloto era chileno, nativo de Punta Arenas adonde llegaría la prueba y se llamaba Jorge Rodrigo Daly (nacido 16 de febrero de 1903 en nuestra ciudad pero sin historial deportivo en nuestra región, destacando en las décadas del ‘30 al ‘50 en la Turismo Carretera argentina).

El Automóvil Club Argentino sería el aporte de colaboración, porque la organización correría por cuenta del club de Esquel, Provincia de Chubut y la carrera se disputaría en diez etapas recorriendo 7.192 kilómetros en su totalidad con tan sólo dos días de descanso, el 24 de enero en Esquel y el 30 de ese mes en Comodoro Rivadavia.

AUTO CON
PROBLEMAS

La historia dice despues de la durísima cuarta etapa, de Esquel a San Julián, recorriendo 1.159 kilómetros, vino la etapa a Río Gallegos y allí ya el Chevrolet de Juan Manuel Fangio venía con problemas.

En reparación se cuenta la anécdota de los curiosos que no dejaban trabajar debajo del auto, hasta que el “Vasco” Elizalde, acompañante de Fangio, le pega un “martillazo” en el píe a uno que no le permitía salir de debajo de la Coupe Chevrolet y según dicen después, éste enojado le abría quitado la tapa de aceite.

Lo cierto es que a continuación la carrera seguía para Punta Arenas e ingresaría a territorio chileno a donde (martes 27 de enero de 1942) llegaron exhaustos y cansados sólo 14 tripulaciones, mientras que el resto había quedado sembrado por los duros caminos patagónicos.

En la capital magallánica fueron muy bien atendidos. Los autos fueron custodiados por la Marina chilena y los viajeros recibidos por la gente que les brindó una frugal cena y la hospitalidad clásica.

Era la tercera oportunidad que un Gran Premio argentino ingresaba en territorio chileno, como lo había hecho en 1935 y 1939 entre Mendoza, Santiago, Temuco y Neuquén.

NO DABA MAS

De allí saldrían en otra durísima etapa hasta Puerto Deseado en el norte santacruceño, peor al llegar al Río Santa Cruz ya la Coupe de Fangio no daba más y seguía perdiendo aceite por una soberana rajadura en el lateral del block, lo que hacía imposible continuar y, luego de cruzar la balsa en la neutralización, Elizalde y Fangio salieron a buscar alguna posible solución.

Allí aparece la figura de Armando “Chilote” Cárdenas, un natalino afincado ya varios años en el lugar y quien incluso había formado una familia casándose con una argentina muy linda que se llamaba Piedad Peña.

El “Chilote” Cárdenas, como se lo conocía, dijo que él podía solucionar el tema y, ni lerdo ni perezoso, se fue con Fangio a uno de los comercios más grandes de Piedra Buena a comprar una olla de hierro (de la época…!!!), y en la fragua del taller fundió ambos elementos y soldó con habilidad el motor de Fangio, quien siguió carrera hasta el final en Bahía Blanca.

“DESAFIO
PATAGONICO”

El Automóvil Club de Río Gallegos en 1980 organizó el “Desafío Patagónico”, una carrera de ruta de singulares proporciones por los caminos de Santa Cruz y es invitado Juan Manuel Fangio quien concurre con Juan Manuel Bordeu como acompañante especialmente invitado también.

Fangio llega 38 años después de aquel recordado hecho y lo primero que pide es si lo pueden llevar a Piedra Buena y así, en el Peugeot de Ricardo “Ticky” Ilhero junto con su padre Eusebio y con Bordeu, viajan a Piedra Buena días antes de la carrera sólo para saludar al “Chilote” Cárdenas quien los recibe en la puerta del taller como lo había hecho 38 años atrás.

El abrazo fue fenomenal y los recuerdos hicieron mucho ruido en la tarde sureña, Fangio se había encontrado con un gran amigo a quien le debía mucho y que nunca se olvidó de ese hecho ni del recordado Armando “Chilote” Cárdenas.

Tuve la suerte de conocerlo y de estar es ese taller que guarda un hito de los muchos de la historia del Turismo Carretera.

Carlo Raúl Zapico, ex dirigente deportivo en Río Gallegos y en la actualidad periodista deportivo argentino especializado en automovilismo.